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“Soy Cuba” la película que renació 30 años después para convertirse en un ícono del cine

“Soy Cuba” es una coproducción cubano – soviética de 1963 dirigida por el laureado director Mikhail Kalatozov. Ambientada en la Cuba anterior al triunfo de la Revolución Cubana de 1959 cayó pronto en el olvido por ser considerada como “una alucinación bolchevique”. Sin embargo dos grandes del cine Scorsese y Coppola la “redescubrieron” y el filme despierta hoy la fascinación de los conocedores del séptimo arte por sus secuencias y planos.



La película se rodó por largo tiempo en Cuba pero fue un fracaso instantáneo. Ni a los cubanos ni a los soviéticos les gustó nada y fue retirada de cartelera y condenada al olvido. Sin embargo, para “Soy Cuba” hubo segundas oportunidades:

Soy cuba Marines – Dividida en cuatro historias independientes Soy Cuba pretendió ser un poema épico de la Revolución

En 1995 Martin Scorsese y Francis Coppola la volvieron a colocar en los cines y esta vez sí atrajo las miradas del mundo que la percibió como lo que en realidad es, una obra maestra formal.

Un poema épico a la Revolución

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 los estudios Mosfilm y el ICAIC decidieron de conjunto filmar un poema épico “a la altura del proceso revolucionario cubano”.

Mikhail Kalatozov, quien en 1957 había rodado el memorable drama bélico “Pasaron las grullas” fue el encargado de dirigir la película y así surgió “Soy Cuba”. Dos horas y veinte minutos que recreaban la lucha de los cubanos contra el régimen de Fulgencio Batista en cuatro episodios independientes.

Mas, el tono del filme fue lento, soso, demasiado elegíaco y deshumanizado y no gustó. ¿Por qué entonces fijaron en ella sus ojos dos genios del celuloide como Coppola y Scorsese?

Soy Cuba_Director – Mikhail Kalatozov dirigió el filme que fue un total fracaso en Cuba y en la URSS

La clave de este interés se debe buscar en la fotografía de Sergey Urusevskiy, quien utilizaba las técnicas de cámara en mano con cámaras livianas que le permitían lograr planos muy largos de de gran movilidad. Así los planos de Soy Cuba son de lo mejor en la historia del cine, una simbiosis perfecta de arte e ingeniería.

Así la fascinación que despierta hoy esta coproducción cubano – soviética no tiene nada que ver con la historia tantas veces repetida de la guerra contra Bastista, sino a los movimientos extraordinarios de las cámaras. Con ellas los espectadores viajan en autos, nadan o vuelan por los aires. Sin dudas Sergey Urusevskiy fue el artista que hizo salvable para la posteridad el filme.

La imagen de la llegada por los aires a Cuba que termina en una piscina bajo el agua mostrando a los bañistas se volvió tan icónica que tiene hasta una versión con legos que la reproduce hasta el más mínimo detalle.

Por supuesto que estas tomas tan largas requirieron un notable esfuerzo de ingeniería y fueron muy costosas; pero el Gobierno cubano que deseaba su poema épico cinematográfico apoyó en todo lo necesario. Enormes cantidades de extras participaron en el rodaje, se volcaron e incendiaron autos, se involucró al cuerpo de bomberos en un esfuerzo cinematográfico nunca después igualado en Cuba.

Soy Cuba, el “Mamut Isleño”

Cuentan en un documental sobre el icónico filme que para el rodaje de una escena el director Mikhail Kalatozov se empeñó en contar con cinco mil extras vestidos de militares. Estos fueron enviados por el ministro de las FAR, Raúl Castro desde Oriente, una muestra fehaciente de la importancia que a Soy Cuba le otorgaron las máximas autoridades cubanas.

Cuando el rodaje habitual de una película no se extiende más allá de los dos o tres meses, el de Soy Cuba se demoró nada menos que 14. Esto hizo al filme más que costoso, ruinoso, una especie enorme “Mamut Isleño” dentro de la historia del cine cubano y sólo se pudo salvar porque tanto La Habana como Moscú estaban empeñados en que se terminara.

Soy Cuba_Patrullas – Soy Cuba fue una película extremadamente costosa que sólo se pudo hacer por el empecinamiento de los gobiernos de Cuba y la Unión Soviética

El gran poema épico del cine a la Revolución Cubana se estrenó finalmente en la Isla; pero para desilusión de las autoridades que tanto se habían empeñado en su realización los cubanos lo consideraron un bodrio. Aburrido y pretencioso fueron los calificativos más suaves con los cuales lo calificaron. Menos de diez días duró en cartelera y a cine vacío.

En la Unión Soviética le fue peor a Soy Cuba. Tras décadas de aislamiento mostrar el capitalismo con piscinas y coca colas (aunque fuera el capitalismo de un país del tercer mundo) no le pareció adecuado a la burocracia del PCUS que hizo todo lo que estuvo a su alcance porque la película no tuviera la más mínima difusión.

Al poco tiempo Soy Cuba cayó en el más completo olvido tanto en Cuba como en la URSS. Hasta que en 1995 Martin Scorsese y Francis Coppola tuvieron la suerte de ver el filme y quedaron tan impresionados que estimularon su inclusión en festivales, su restauración y su repetida edición en todos los formatos desde entonces hasta la fecha.

Curiosamente los cubanos que participaron en la grabación ni se enteraron de que Soy Cuba estaba triunfando por el mundo hasta que los realizadores del documental brasileño “Soy Cuba, el mamut siberiano”, les regalaron un VHS con la película que, por cierto, a muchos sigue sin gustarles para nada.

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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