Cómo olvidar esta hermosa película: La bella del Alhambra

viernes, 3 de marzo de 2017

Reconocido en el mundo, el cine cubano constituye una joya de la cultura universal. Algunas de sus cintas son memorables no solamente por la historia que cuentan sino también por la maestría con la cual, actores y equipo técnico, logran situar en lugares cumbres el séptimo arte.

Estrenada el 28 de diciembre de 1989, La bella del Alhambra es una de esas películas que no pasan de época. Su director, el destacado cineasta Enrique Pineda Barnet, se inspiró en la novela Canción de Rachel del escrito Miguel Barnet, para recrear una historia que transcurre entre 1920 y 1935.

El filme pone al descubierto la atmósfera artística y cultural de La Habana de entonces a partir de la historia de Rachel, quien aspira a ser vedette del teatro Alhambra.

Con un elenco de lujo entre quienes destacan Beatriz Valdés, César Évora, Verónica Lyn, Ramoncito Veloz y Argelio García Chaflán, por solo mencionar a unos pocos, la cinta  ha cultivado aplausos desde su primera presentación y se incluye entre los grandes clásicos de la filmografía cubana.

En el propio año 1989 fue reconocida con el Premio Coral de Música y de escenografía en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, así como con el Premio de la Popularidad en el Festival Nacional de la UNEAC al siguiente año.

En el mundo muchos han sido los halagos, pero de todos destaca el Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana, otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España en 1990, así como su nominación a los Premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, Estados Unidos.

Tanto el director como los guionistas, a quienes se suma además del autor de la obra original el destacado realizador Julio García Espinosa, combinaron sabiduría y dotes artísticas para convertir a La bella del Alhambra en un filme que trasciende el tiempo.