Los hermanos Pumarejo y el nacimiento de la televisión en Cuba

sábado, 7 de octubre de 2017

Dicen que fue Gaspar Pumarejo quien sugirió a Goar Mestre Espinosa la creación de Radio Reloj, una emisora donde lo cotidiano se convertiría en algo excepcional desde su inauguración en julio de 1947. Goar Mestre era un empresario en los espacios comunicacionales de difusión pública, hablamos del hombre que en 1943 se convirtió en el propietario de la CMQ. Pumarejo ocupó allí, por esa etapa, un puesto importante en el departamento de programación. Dicen que dicen las malas lenguas: por desavenencias,  Mestre y Pumarejo, tomaron caminos diferentes. Pumarejo esperaba la asignación de una vacante mejor en Radio Reloj y todo quedó en la mera ilusión y en aquella esperanza que luego la realidad se encarga en desmentir; entonces se indignó Pumarejo, acto seguido se sublevó y finalmente levantó vuelo. Dijimos hace un momento  «caminos diferentes», no obstante caminos encontrados, pues ambos mantuvieron una buena porfía en el ámbito de los medios de información masiva.

En 1950 tres contrincantes pugnan por abrirse como pioneros al espectro televisivo y dominar entonces todo un sistema para la transmisión y recepción a distancia de imágenes y sonidos, novedosa maquinaria inventora de realidades utópicas, autora de caprichos íntimos y sociales, colonizadora de subjetividades en aquel contexto histórico cubano. Los tres contrincantes provenían del medio radial: Mestre, dueño de la CMQ, Amado Trinidad, de la Cadena Azul y Gaspar Pumarejo, dueño entonces de Unión Radio. Estos dos últimos conformaron una coalición para derrotar a Mestre. Dos compañías norteamericanas estuvieron involucradas en los asuntos de tecnología; mientras la Dumont respaldaba a Mestre, la RCA-Víctor facilitaba sus unidades a Pumarejo. Este último ganó finalmente en buena lid y el 24 de octubre de 1950, por primera vez en Cuba, salía al aire una emisión televisiva.

Pumarejo no solo se encargó de traer a la televisión primitiva a personalidades acreditadas del ámbito musical, también recurrió al concurso de talentos debutantes. Creó programas de éxito: Hogar club, Escuela de Televisión S.A y Noche tropical, con la comparecencia de Ernesto Lecuona como anfitrión y junto a Esther Borja.

El canal 6 de la CMQ, a partir de los 82 megaciclos, elevó su señal al aire el 28 de diciembre de 1950 y estabilizaba su programación en marzo de 1951, programación de oro. La vedette Josephine Baker y los Churumbeles de España eran los invitados de honor, mientras la música quedó a cargo del Conjunto Casino, Bola de Nieve, Marta Pérez, el Trío de Servando Díaz y Ramón Veloz. De todos los programas resplandecían especialmente dos: Cabaret Regalías el cuño y De fiesta con Bacardí.

Dicen ahora, que ni de Pumarejo ni de Mestre ya nadie se acuerda, pero, sin lugar a dudas incidieron ellos de forma muy marcada en la historia de la nacionalidad cubana, porque para entrar en dicha historia basta con ser un simple ciudadano, voluntarioso, capaz y con una idea de mágica propulsión.

Por Arnaldo Muñoz Viquillón.