Los puentes de acero y madera de los montes de Pinar del Río
martes, 6 de noviembre de 2018
En los más intrincados parajes de los montes que rodean la carretera de Luis Lazo, en el occidente de Pinar del Río, sorprenden a los viajeros enormes puentes de acero y madera que vencen ríos y cañadas. Centenarias y casi centenarias, estas estructuras de ingeniería corresponden a la época en que Cuba se integró al proyecto de la Carretera Panamericana, que pretendía unir América Central con los Estados Unidos a través de Cuba, mediante un sistema de trenes rápidos, autopistas y ferrys.
Siete puentes de acero y madera
Son siete los puentes que vencen los obstáculos en la vía de 73 kilómetros que serpentea entre valles intramontanos y que comunica a la ciudad de Pinar del Río con Guane.
Para el historiador Enrique Giniebra, fue muy complicada la construcción de la Carretera Panamericana en los inicios del siglo XX. La topografía montañosa del lugar dificultaba las labores. Entre Sumidero y Pinar del Río, los ingenieros cubanos asumieron el trabajo. El tramo comprendido entre Guane y Sumidero fué realizado por profesionales estadounidenses. La obra fue considerada una de las más complejas realizadas en el país en aquellos momentos.
El primero de los puentes se comenzó a construir en 1917, hace más de cien años y para los campesinos de los alrededores han constituido siempre una bendición, aunque por la fuerza de la costumbre ya los vean como parte del paisaje.
Los tres primeros puentes se encuentran en Cabezas, La Cruz (que posee un desvío paralelo construido con lozas prefabricadas para los momentos, en el que se interrumpe el paso por la rotura de los tablones) y Sumidero (el más grande de todos).
Se resisten al paso del tiempo
Estos puentes constituyeron notables obras públicas que ayudaron al desarrollo económico de Pinar del Río y colocaron en el mapa las apartadas regiones del extremo más occidental de la Isla. Durante el gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín se les realizaron notables mejoras con el objetivo de sumarlos al ramal cubano de la Carretera Panamericana.
Monstruos centenarios, los puentes de acero de Pinar del Río a Guane que llegaron en piezas desde los Estados Unidos se resisten al paso del tiempo, constituyen hermosas reliquias del pasado, sobre los que bien valdría la pena establecer una ruta turística.
Para algunos, las enormes estructuras de vigas, remaches y madera, deberían desaparecer. Por ahora, no será el ser humano quien destruya lo que ríos crecidos, salvajes ciclones tropicales y el tiempo no han podido.
Un equipo de investigadores del centro universitario municipal proyecta la pertinencia de vincular la conservación patrimonial con el turismo en estos inexplorados parajes, teniendo en cuenta el interés creciente por el turismo de naturaleza. De concretarse sus aspiraciones, alrededor de estas reliquias podría construirse el futuro del sendero de los puentes gigantes de acero y madera.
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Escrito por | Redacción TodoCuba
Fuente: Archivo TodoCuba
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