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El curioso origen de la expresión “ñampiti gorrión” que usamos en Cuba para enfatizar la muerte

Una de las expresiones que se usa a diario en Cuba y que la mayoría desconoce su origen es “ñampiti gorrión”, empleada para enfatizar que un asunto – la mayoría de las veces la muerte (aunque no necesariamente) – ha quedado definitivamente zanjado y hay que pasar a otra cosa. La curiosa frase es tan antigua que algunos aseguran que bajo de los barcos negreros que llegaron de África en boca de los esclavos que la incorporaron al acerbo cultural del país.



No es esta una hipótesis descabellada pues el vocablo “ñampiar” se utiliza, sobre todo, en los barrios marginales como sinónimo de matar o asesinar. Forma parte de las palabras que legó al habla popular la nación Calabar, oriunda de Nigeria.

Ahora bien, específicamente “ñampiti gorrión” tuvo un origen entre gracioso, macabro y patético.

Cuentan que en la década de 1930m existió en La Habana un personaje que acostumbraba a asistir a todos los velorios de los que se enteraba conociera o no al difunto. Llegaba, saludaba uno por uno a todos los dolientes, se tomaba su taza de café o chocolate, conversaba un rato y cuando era la media noche se despedía de todos y volvía a su casa.

Nadie puede precisar cuál era el nombre de este señor que vestía de riguroso negro desde el zapato hasta el sombrero, pero donde quiera que hubiese un muerte allí se aparecía él. Por esa manía de “revolotear” de un difunto a otros los jodedores (que en todas las épocas han existido) lo bautizaron como Ñampiti Gorrión.

Curiosamente y por ironías de la vida, cuando el célebre visitador estiró la pata a su velorio no acudieron ni los gorriones.

Con el paso de los años la expresión derivó de apodo a acción y en la actualidad, cuando alguien quiere dar a entender que va a liquidar algún asunto, sencillamente dice voy a darle ñampiti gorrión.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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