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El Chaplin de Cuba… la historia de Eddy, el isleño que lleva 22 años imitando al cómico más célebre de todos los tiempos (+ Fotos)

Eddy es un cubano que lleva 22 años imitando a Charles Chaplin, el cómico más célebre de la historia del cine. Pinta su rostro de blanco, viste un raído traje negro, se anuda al descuido una corbata al cuello y hasta se ha pinta el peculiar bigotico. Todos le conocen como “El Chaplin de Cuba”.



Algunos lo tildan de loco, otros de excéntrico; pero a él no le importa. Bastón en mano y con una amplia sonrisa sale cada día a las calles de La Habana a representar su personaje. Eduardo Giraldo Almirante Caula no tiene complejos. A las burlas responde con una reverencia, tal como lo hacía Charlot.

La idea de representar a este ícono del cine se la sugirió en 1986 el difunto Luis Manuel Menéndez, creador y director del curso de Payasadas del Circo Nacional de Cuba. Fue quien le pidió que montara el personaje y le dio algunas ideas para que Eddy creara finalmente al “Chaplin Mago”.

Desde niño Eddy se sintió atraído por el arte. Con apenas cuatro años interpretó un papel en la película cubana El Bautizo (1961) y a los seis comenzó a estudiar pantomima y luego se incorporó a la compañía Teatro Estudio y el Teatro Musical de La Habana.

La vocación artística se le cortó de cuajo cuando la familia lo envió becado a la Escuela Militar Camilo Cienfuegos. Allí se negó a pelarse y se empeñó en hacer teatro, lo que le costó una bronca colosal con su familia.

Rebelde con causa abandonó la Universidad de La Habana y se marchó a trabajar al ICRT cargando muebles y escenografía. Ocho años permaneció en ese instituto donde logró colocarse como asistente de coordinación mientras estudiaba payasadas en la Escuela de Circo.

Eddy es hijo del importante actor cubano Enrique Almirante y la impronta de su padre ha marcado su vida profesional. Sobre todo porque Enrique era un clásico galán de telenovela y Eddy es flaco y feúcho y medio loco.

Su padre siempre se opuso a que Eddy fuera actor, aunque lo llevara en la sangre, pues la muerte de su hijo mayor, también actor, traumatizó a Enrique.

El empecinamiento de Eddy en querer ser payaso agrió las relaciones entre padre e hijo. Sobre todo cuando el joven decidió abandonar la universidad para irse a trabajar para el ICRT. Enrique siempre le dijo que no tenía físico para ser primera figura por su físico, un comentario sincero que Eddy le agradeció siempre.

Aunque su padre siempre le dijo que “nunca lo ayudaría como actor”, Eddy tuvo la suerte de codearse con otros grandes como René de la Cruz y Julito Martínez que eran como de la familia. Ellos le enseñaron el camino y le alentaron a seguir adelante contra viento y marea.

 

Escrito por | Redacción TodoCuba

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