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Tres teléfonos móviles que marcaron a la vida de los cubanos en la isla en los últimos 20 años

Cuando la telefonía móvil llegó a Cuba, ya hacía rato que estaba caminando por el mundo. Para colmo, esa llegada fue lenta y accidentada y tuvieron que pasar años para que los nacidos en la Isla obtuvieran el derecho de contratar legalmente una línea. Era la época en que resolver un celular a través de un extranjero no se bajaba de los cien dólares y poseerlo una muestra de status.



Con esos truenos era imposible que los teléfonos celulares no marcaran a los cubanos. Unos modelos más que otros, pero aquí están los tres que a nuestro juicio hicieron época en la Isla:

Nokia 3310: Algunos científicos aseguran que si algún día la tierra es destruida por un holocausto nuclear sólo sobrevivirán las cucarachas y los Nokia 3310; sin dudas, los móviles más duros que ojos humanos han visto.

El Nokia 3310 soportó torturas de todo tipo, desde caídas de la azotea de un edificio hasta ser aplastado por un automóvil en marcha; y lo que es más, sobrevivió a los cubanos que ya es mucho sobrevivir.

Nokia 3310

Todavía quedan algunos funcionando, pues su batería no parece estar sometida a la obsolescencia tecnológica.

Motorola V3: El V3 de Motorola fue el más Miki de los teléfonos. Poseer uno, cuando el resto de nuestros semejantes en Cuba aún cargaba ladrillos o boqui toquis convertía al dueño en una verdadera celebridad.

Sin embargo más allá de lo bonito, los V3 no eran muy resistentes y se rompían con facilidad. Un costo muy alto a pagar en un país pobre como Cuba, donde se llegaron a vender en nada menos que ¡500 dólares!

Motorola V3

El Chino: El Chino no es una marca en sí mismo y en sí mismo es todas las marcas; porque Chino se le llamaba en Cuba a todo teléfono manufacturado en Asia de fabricante no reconocido (sin importar que fuera taiwanés o coreano).

Para algunos tener un chino en Cuba era una especie de deshonor: un reconocimiento de que no se pertenecía a la realeza de los móviles; para otros la forma de acceder a un teléfono de buenas prestaciones sin pagarlo a su justo precio.

El problema del Chino era que la batería explotaba a los pocos meses y explotaba cargándose el teléfono en el proceso. ¿La ventaja?, que con lo que comía uno bueno, se alimentaban diez chinos.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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