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Teatro Principal de Camagüey, joya de la Ciudad de los Tinajones con más de siglo y medio de existencia

Con más de siglo y medio de existencia el Teatro Principal de Camagüey es una de las joyas arquitectónicas de la otrora villa de Puerto Príncipe. Por su escenario han desfilado las mejoras compañías cubanas y extranjeras y sus añejos muros tienen mucha historia que contar.
Corría el año 1839 cuando el gobernador de Puerto Príncipe, don Juan Orozco, de acuerdo con los ricos hacendados camagüeyanos, decidió hacer construir un teatro con el lustre adecuado para la importancia que poseía la ciudad.



Puestos a la obra, al año siguiente en la calle de Jesús María José (que se llama hoy Padre Valencia) se colocaban los cimientos del Teatro Principal. Su diseño se basaba en el del Tacón de La Habana y sería el tercero de su tipo en Cuba, sólo adelantado en el tiempo por el habanero Tacón y el teatro de Pinar del Río.

Una década demoró la construcción y el 2 de febrero de 1850 el Teatro Principal fue inaugurado con la ópera Norma, interpretada por la compañía del maestro de piano José Miró.

El Principal resultaba colosal para la época en que se edificó, pues podía acomodar hasta 1 500 espectadores y gozaba de una acústica privilegiada. Su magnificencia hizo que se convirtiera en el segundo destino preferido de las compañías que actuaban en Cubas después de los teatros habaneros.

Sin embargo, con el estallido de la Guerra de los Diez Años y alzadas en armas contra la metrópoli las familias más distinguidas de la villa, los españoles lo convirtieron en cuartel de voluntarios.

Finalizada la guerra se reanudaron las funciones, pero las autoridades se cuidaron mucho de que sólo se presentaran obras patrocinadas por el Casino Español, despojadas de cualquier atisbo independentista.

El Teatro Principal de Camagüey casi se pierde por completo en 1920 cuando un voraz incendió lo devoró dejando en pie sólo los muros. Este incendio, según las crónicas de la época fue provocado para poder cobrar el seguro del inmueble.

Rehabilitado seis años después tuvo diversos dueños en la República hasta que fue expropiado por el Gobierno cubano que en 1977 realizó una gran reforma que redujo su aforo a sólo 800 personas.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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