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Te invitamos a descubrir Banes, la “capital arqueológica de Cuba”

La Habana es “la capital de todos los cubanos”, Baracoa “la Primada de Cuba”, Holguín “la Ciudad de los Parques”, Cienfuegos “la Perla del Sur” y así sucesivamente; Banes es por mérito indiscutible “la capital arqueológica de Cuba”. Este municipio holguinero que tanta fama de emporio azucarero tuvo en la República cuenta con más de cien sitios arqueológicos registrados… casi nada.



En él se encuentra uno de los cementerios aborígenes más antiguos del continente y que, por suerte, ha sido preservado tal y como fue encontrado para que los visitantes puedan apreciar las costumbres funerarias de los primeros habitantes de la isla de Cuba: Chorro de Maitía.

Maitía, a escasos ocho kilómetros del espectacular balneario de Guardalavaca suena a nombre taíno, pero nada más alejado de la realidad. En realidad el vocablo “maitía” es un  diminutivo de “mamita”, como cariñosamente llamaban los vecinos del lugar a la dueña de estas tierras y del Chorro, que en una época fue un poderoso salto de agua en el que los lugareños iban a bañarse. Luego quedó reducido a un manantial y hoy es apenas una corriente subterránea.

Los primeros en descubrir el cementerio fueron los campesinos del lugar que mientras preparaban las tierras encontraron restos de cerámica, cuentas de collares y huesos humanos.

Corría la década de 1930 y a Banes se desplazó una legión de aficionados a la arqueología deseosos de obtener alguna valiosa pieza.

Sin embargo, no sería hasta medio siglo después que el arqueólogo José Manuel Guarch comenzara las excavaciones con un rigor científico y dejara al descubierto el cementerio de Chorro de Maitía que fue primero preservado y luego acondicionado como museo y lugar turístico. Hoy recibe como promedio unos 1 300 visitantes al mes que llegan atraídos por un sitio arqueológico que ya tiene fama mundial.

En total el cementerio aborigen de Chorro de Maitía ocupa n área de 24 448 metros cuadrados y en él se han hallado hasta el momento 108 esqueletos, de los que se exponen al público 62, tal y como fueron hallados, con todos sus objetos funerarios, tanto precolombinos como posteriores a la colonización. Porque el cementerio, al contrario de lo que habitualmente se cree, continuó siendo utilizado luego de la conquista de Cuba, pues en Chorro de Maitía se estableció un “pueblo de indios”.

Esa es la razón de que, junto a los esqueletos en típicas posiciones de enterramientos precolombinos se encuentren otros con los brazos cruzados sobre el pecho, una costumbre puramente cristiana.

Muy cerca del cementerio de Chorro de Maitía se encuentra la Aldea Taína, una iniciativa del arqueólogo Guarch para representar la vida cotidiana de los primeros habitantes de la Isla. De esa forma los visitantes pueden llevarse una visión completa del día a día de los indocubanos que el cementerio no puede ilustrar.

A 30 kilómetros y tierra adentro el visitante se encuentra con Banes, la capital del municipio. El pueblo es una verdadera maravilla arquitectónica y constituye casi una singularidad dentro del enramado rural cubano. Sus casas, construidas por el monopolio de la United Fruit Company semejan un típico pueblo norteamericano con sus casas de madera sobre pilotes y de amplios ventanales.

En su calle principal destaca el Museo Indocubano Baní, que es único de su tipo en Cuba y la región del Caribe. En esta institución de Banes se encuentra la más grande, más completa  y mejor conservada colección de piezas aborígenes de Cuba. Nada menos que 22 mil objetos, recolectados en diferentes sitios arqueológicos y que abarcan desde el período prehispánico, hasta la conquista y posterior proceso de transculturación.

De esa forma Banes ofrece la combinación perfecta para disfrutar entre la historia y el turismo, pues no sólo cuenta con excelentes destinos de sol y playa; sino también con muy buenos museos de temática precolombina que la convierte en la “capital arqueológica de Cuba”.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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