Rascacio: el pez más venenoso y mortífero de Cuba

viernes, 6 de octubre de 2017

Oriundo de las costas de la Isla, el Rascacio es el pez más venenoso y mortífero del orbe. Perteneciene a la familia Scorpaenidae, posee la toxina más potente de todo el mundo marino. Los cubanos aficionados a la caza submarina, deben de tener mucho cuidado ya que su apariencia rocosa les hace parecer parte de los arrecifes coralinos donde vive y con solo tocarlo inyecta un veneno localizado en sus aletas, que provoca heridas graves y mortales para la salud de la persona en cuestión.

Generalmente no son agresivos pero si por casualidad nos acercamos a su hábitat, atacan mediante la penetración de dicha sustancia dañina en nuestra piel, provocando alteraciones en la presión sanguínea, parálisis, convulsiones, diarreas, delirios y asfixias, síntomas se agudizan  debajo del mar y pueden conducir a una muerte segura.

El Rascacio puede llegar a provocar infartos en el caso de no contar con una ayuda médica inmediata. Esta especie contiene tal nivel de peligrosidad, que en Cuba cada 3 meses mediante un chip submarino de dos pulgadas, se les coloca un sistema de GPS de vigilancia en una de sus aletas para vigilarlos y mantenerlos alejados de las zonas cercanas a las playas.

Este pez fue investigado y descubierto por el 1960 y debido al manejo sin precauciones provocó la muerte de dos buzos y la intoxicación de 13 investigadores. No se puede tomar a la ligera ya que su pinchazo equivale a la mordedura de una serpiente Mamba Negra.

En la actualidad, lo podemos encontrar en el Acuario Nacional de Cuba. Aunque su alimentación y manipulación es extremadamente difícil (comen peces vivos cada 5 o 6 horas, además de la exposición al veneno), se han realizado proyectos y fórum científicos que incluyen el trato cercano con el pez, para que las personas ganen en conocimiento sobre los peligros, el hábitat y la interesante vida del Rascacio, que se encuentra en peligro de extinción por ser usado con fines comerciales debido a su calificación como exótico.