Marte, el dios de la guerra, también tuvo su plaza en La Habana

miércoles, 1 de agosto de 2018

Como Marte era el dios de la guerra de romanos, y en la Europa del Renacimiento le cogieron el gusto a la cultura grecolatina, resulta muy normal que a los descampados en los que se realizaban los ejercicios militares comenzaran a llamarles “campos de Marte”; una costumbre que se traspasó luego a América y por supuesto, a Cuba, que también tuvo el suyo, en el lugar exacto donde hoy se encuentra el Parque de la Fraternidad en La Habana.

Antes de que la ciudad saliera de sus murallas y se marchara a por lo suyo en extramuros, los terrenos aledaños al Campo de Marte eran pantanosos y anegados del mangle que llegaba desde las riberas de la bahía. Sin embargo, poco a poco caerían bajo lo que hoy llamaríamos “especulación inmobiliaria” y se construirían en ellos suntuosas quintas de descansos y palacetes.

El Campo de Marte o Plaza de Marte de La Habana, más que un simple polígono en el que los capitanes generales jugaban a los soldaditos era un punto de reunión de la sociedad habanera para celebrar actividades sociales y de divertimento general.

Allí, entre 1791 y 1794 funcionó la primera plaza de toros que existió en Cuba… y también la segunda, que se estableció en 1835. También en el espacio se establecieron compañías de circo y el 9 de junio de 1856 el portugués Matías Pérez se elevó en su globo ante los aplausos de la multitud para ir a caer Dios sabe dónde, porque nunca apareció.

Pasaron 70 años y al presidente Gerardo Machado, a quien se le había metido entre ceja y ceja convertir a La Habana en una ciudad moderna y monumental, decidió cambiarle el nombre de Campo de Marte por el más pomposo y diplomático de Parque de la Fraternidad Americana. Curiosamente el nuevo nombre pegó entre los habaneros que no eran muy dado a las variaciones y son pocos los habitantes de La Habana que conocen  que la plaza llevó el nombre del dios romano de la guerra.