Las historias desconocidas de la Plaza Vieja

lunes, 10 de julio de 2017

Ubicada en una de las zonas de mayor afluencia de turismo en la actualidad, en el corazón del casco histórico de la Habana Vieja, la hoy conocida Plaza Vieja en sus primeros años fue la Plaza Nueva. En el año 1584 la plaza central de la naciente villa de La Habana era la Plaza del Pueblo, que estaba ubicada en el área ocupada por la actual Plaza de Armas. Para evitar el disgusto ocasionado por el entonces Alcalde Diego Fernández de Quiñones, quien decidió ocupar este espacio para ubicar la plaza de armas del ejército, se procedió entonces a la designación de un lugar apropiado para la nueva plaza, que serviría de recreo y comercio a la villa.

Originalmente esta plaza trato de ser ubicada en un solar yermo, ubicado donde se encuentran los edificios actuales de la Aduana del Puerto, pertenecientes a un rico hacendado llamado Alonso Suarez de Toledo. El oportunista negociante, dueño de haciendas en Matanzas, Jibacoa, Limones, Sabanilla y otras, y que no en pocos negocios turbios estuvo involucrado, pidió un precio excesivo por el área por lo que no se llegó a un acuerdo ya que el cabildo no accedió a pagarlo. Por este motivo se desalojó el lugar donde finalmente se emplazó, y que estaba ya ocupado por varios vecinos, pagándoles en retribución por las afectaciones. Como curiosidad cabe notar que algunos historiadores cuentan que solo se les dio tres días después de pagadas las indemnizaciones a los vecinos para abandonar sus hogares. Para limpiar todo el lugar y dejarlo listo se le encargo a Juan Pérez Borroto el trabajo y a cuenta de este se le pago 366 reales.

Formada ya la plaza y reconocido de manera oficial el nombre de Plaza Nueva por relación a su viejo asentamiento luego ocupado por la Plaza de Armas. Su nombre le duro casi tres siglos pues en 1814, siendo este lugar una plaza mercado, se creó otro mercado en la Plaza del Cristo al que se llamó Mercado Nuevo del Cristo y para diferenciarla a la Plaza Nuevo se le comenzó a llamar Plaza Vieja. Pero en su vida de construida tuvo varios nombres hasta terminar con el de Plaza Vieja. Tomo nombres como: De Roca Gil por uno de sus ilustres vecinos el Sargento Roque Gil Pelaes, Del Mercado por el allí existente de forma temporal, De Fernando VII en homenaje a un Rey de España,  de la Constitución por la de redactada y aprobada en 1812, Real porque en ella se verificaban las funciones oficiales y se celebraban los sucesos de mayor importancia…. además Plaza Mayor, Plaza de la Verdura, Plaza de la Cristina, Plaza de la Concordia, Plaza Juan Bruno Zayas y Plaza Julian Grimau pero el que sobrevivió hasta nuestros días fue Plaza Vieja. En los años del gobierno de Batista se destruyó toda la estructura superficial de la plaza y se construyó un amplio parqueo soterrado de grandes proporciones y que aún recuerdo como lo tapiaron en los años 90.

Esta plaza también tiene su historia negra porque se cobró varias vidas y no precisamente en su construcción. En el año 1620 fue necesario, por orden del Cabildo, limpiar la llamada Plaza Nueva porque se había formado en sus predios una especie de laguna pestilente que provocó una pequeña epidemia de fiebres que aunque no provocaron una gran mortandad, algún que otro vecino falleció por esa causa según recoge el libro de defunciones de dicha época.