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La olvidada historia del búlgaro que partió de La Habana para darle la vuelta al mundo en solitario

Muchos han soñado con poder circunnavegar el globo terráqueo en solitario, pero muy pocos lo han logrado. Sucede que la empresa no es fácil por más que sea romántica. Bien lo saben Colón y Magallanes: el primero llegó a donde no imaginaba y el segundo ni siquiera sobrevivió para contarlo. Mejor suerte tuvo, sin embargo, el búlgaro Gueorgui Gueorguiev, quien el 20 de diciembre de 1976 partió desde La Habana a la aventura a bordo de su pequeño yate de vela Cor Caroly.



Más solo que la una y armado sólo de su ingenio y tenacidad el marino búlgaro comenzó su viaje alrededor del mundo. Cruzó el Canal de Panamá, el Océano Pacífico, el Índico y el Atlántico y tras recorrer nada menos que 18 000 millas náuticas enfiló de nuevo por el canal de entrada de la bahía de La Habana el 20 de diciembre de 1977, justo un año después, para completar su hazaña.

En la capital fue recibido por todo lo alto por las autoridades cubanas y los medios de prensa de la Isla le dedicaron portadas y reportajes.

Tres años después falleció el marino búlgaro y todo quedó en el olvido. Sólo una pequeña tarja situada frente al Castillo de la Real Fuerza recuerda la hazaña.

La hazaña de Gueorguiev se recoge en el Libro Guinness de los Récords como el mejor logró de circunnavegación a la Tierra a bordo de un yate monocasco y el Car Caroli se conserva en el Museo Naval de Bulgaria como una verdadera reliquia.

Para los marinos del país europeo Gueorgui Gueorguiev es todo un héroe y el nombre de su embarcación lo lleva una fundación en Varna que anualmente entrega el premio “Globo de Oro” a los más intrépidos entre los marinos de ese país.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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