La Habana posee un rincón dedicado a la princesa Diana de Gales

lunes, 15 de abril de 2019

Aunque pareciera irrelevante, la Habana guarda dentro de sus tantos homenajes, un sitio donde se hace referencia y se le rinde tributo a la muy conocida Diana Spencer, de mencionarlo así quizás muchos no se den cuenta de quién se trata pero solo basta decir Diana de Gales o simplemente «Lady Di´´ como también se le conoce , sin duda alguna un espacio pequeño pero hermoso y armónico para homenajear la memoria de quien fuera por muchos años defensora incansable de las causas sociales, de los niños, los enfermos de cáncer y de sida e incluso los impedido físicos.

Es un sitio al que puede tener acceso todo el que lo desee y se ubica justo entre las calles Carpinetti y Baratillo, muy próximo a la Avenida del Puerto.

El jardín Princesa Diana de Gales, como se llama oficialmente fue una iniciativa de la Oficina del Historiador de la ciudad y se crea en el año 1997, un tiempo después del fallecimiento de quien fuera la primera esposa del Príncipe Carlos, en un accidente automovilístico en París el 31 de agosto del año 1997.

Sin duda alguna era una completa deuda de reconocimiento al trabajo de una de las filántropas más grandes de todos los tiempos.

El lugar donde se da cita hoy este espacio de concordia, como lo catalogara el propio Eusebio Leal en el acto de inauguración del año 1997, perteneció a una acaudalada vivienda perteneciente a la familia de apellido Pedroso, que por demás era de las más adineradas de la colonia española.

La idea original que acompañó al proyecto inicial estuvo a cargo del arquitecto Ernesto Javier Marimón y estaba pensada para la colocación de un sauce llorón por la forma como de «llanto» en la que disponían sus ramas, símbolo de tristeza por la muerte de la dama, en el centro de un estanque con forma anillada, pero finalmente el proyecto que triunfó no fue este sino el que sustituía el sauce por la colocación de una escultura que estuvo a cargo de los destacados artistas Alfredo Sosabravo y René Palenzuela, la cual lleva el nombre de Totem.

Esta obra está elaborada en forma de torre y comprende en su composición elementos como ladrillos, piedra jaimanita y cerámica.

El pequeño jardín cuenta además con un bloque del mármol al fondo que sostiene un sol, al cual le debe también su nombre, obra del destacado escultor Juan Narciso Quintanilla, acompaña amabas estructuras una gran diversidad de arbustos y plantas de diferentes tipos dentro las que destacan un roble, crotos, helechos y muchas otras que engalanan el lugar al cual se accede después de observar la majestuosidad de la escultura de la diosa Gea tallada por las manos del artista cubano Cosme Proenza y lleva un mensaje de dedicación muy exacto que contiene solo dos palabras: «A Diana´´, muy sincero, sentido y rodeado de hojas de laureles.