fbpx

Guaracabulla, el mísero pueblo cubano que está construido sobre una mina de oro y sus habitantes han terminado presos por extraerlo

A los habitantes de Guaracabulla lo único que les sobra es la pobreza. Este pequeño pueblo de Placetas, Villa Clara, de poco más de 1 500 habitantes, padece de los mismos males que otros tantos asentamientos rurales de Cuba: No hay futuro. Los jóvenes sólo encuentran trabajo en la agricultura y en las noches lo único que les queda es sentarse a tomar ron en el parque, porque Guaracabulla es una comunidad muerta donde no hay nada que hacer. La gran contradicción de ser tan pero tan pobres es que viven sobre una mina de oro.



Muy cerca del pueblo la Empresa Geominera del Centro explota la única mina de oro subterránea que existe en Cuba. Sin embargo, para los guaracabuyenses, la mina es un universo paralelo que nada les reporta.

Incluso conocen poco de ella. Apenas que esté en explotación desde hace unos años por un empresa de capital mixto cubano – venezolano.
En ella trabajan algunos jóvenes de la localidad pero la mayoría prefiere ignorarla. Comentan que se trata de un sitio “peligroso” donde no existe protección y para lo que pagan es mejor seguir cultivando la tierra, peleando gallos y participando en carreras de caballos.

Muy cerca del pueblo la Empresa Geominera del Centro explota la única mina de oro subterránea que existe en Cuba

La mina, además, trae mala suerte. Como Guaracabulla se encuentra, presumiblemente, sobre el yacimiento de oro, hace algunos años unos muchachos cavaron a escondidas su propio túnel para extraer el metal. Nadie sabe si obtuvieron oro de su empresa; pero terminaron en la cárcel cuando los descubrió la policía.

Antes de que intervinieran las autoridades, cuentan los vecinos, Guaracabulla se convirtió en una especie de “pueblo del oeste”. Unos presidiarios de Santa Clara se aparecieron hasta con una pistola para quitarles la mina particular a los muchachos. Los vecinos del pueblo ganaron esa pelea; pero igual la policía los enchironó a todos, porque la minería particular es ilegal en Cuba.

Eso fue lo que les advirtieron los funcionarios del Partido Comunista y del Gobierno que se presentaron en el pueblo poco después del incidente: El oro, aunque estuviera debajo de sus casas, pertenecía al Estado y cualquiera que intentara apropiarse de él sería procesado por actividad económica ilícita.

Hasta el propio presidente Miguel Díaz – Canel censuró a los improvisados mineros y en declaraciones sobre los “sucesos de Guaracabulla” los acusó de comprometer la economía del país, la salud humana y el medio ambiente.

El oro, aunque estuviera debajo de sus casas, pertenecía al Estado y cualquiera que intentara apropiarse de él sería procesado

El Estado cubano no quiere, de ninguna manera, que se le escapé el oro del central pueblo. Más cuando una onza se cotiza a más de 1 350.00 dólares, una cifra que no ha visto en su vida ni el guajiro más rico de Guaracabulla. Como tampoco han visto jamás en el pueblo un teléfono público o una TRD. Su tierra genera millones, pero a ellos no les toca nada.

Para colmo la policía no escampa en Guaracabulla para garantizar que sus habitantes sigan tan pobres como siempre; sentados sobre su oro, como los aborígenes cubanos a la espera de los conquistadores.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba