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Guanahacabibes, belleza y leyendas

La península de Guanahacabibes, el extremo más occidental de Cuba, en la provincia de Pinar del Río es un lugar en que la belleza y la leyenda se dan la mano. Los pocos habitantes que allí viven gustan de contar las historias que les legaron sus antepasados con un entusiasmo tal que pareciera que las hubieran vivido.



Tan pocos son los que viven en Guanahacabibes, que el silencio y la soledad de sus bosques y costas rara vez es perturbado. Sólo el canto de las aves o el picotear de un carpintero en una palma, rompe la quietud de un conjunto que provoca la admiración y el encanto de los que tienen la suerte de caminar por sus virginales playas.

Playas en las que recalaron en el pasado para avituallarse corsarios y piratas; y, donde aseguran los pobladores se esconden muchos tesoros enterrados por estos rufianes del mar.

Una de las leyendas más populares en este sentido es la de la cueva del pirata Perjuicio, donde dicen que el célebre malandrín escondió una fortuna en oro y gemas y la tapió con cemento romano.

Aunque nadie que se conozca ha encontrado ningún tesoro oculto en Guanahacabibes, sí existen referencias históricas de tesoros arribando a sus playas, como el que transportaba el navío español Nuestra Señora del Rosario que navegaba por aguas cercanas a la península con una apreciable carga de plata labrada y que fue atacada por piratas ingleses.

Los españoles se refugiaron en tierra hasta que fueron rescatados por un barco portugués. Los pobladores juran que antes de abandonar su buque los súbditos del rey de España cargaron el tesoro y lo enterraron en la playa. Pero nadie ha podido encontrarlo.

Por el contrario sí se han hallado en aguas cercanas a la península de Guanahacabibes los restos de casi dos centenares de barcos hundidos por la furia de los piratas y corsarios y los huracanes tropicales, que constituyen un verdadero “tesoro” para los amantes del buceo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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