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Faro de Lucrecia: 150 años mirando al mar en Cuba

 



En la costa del municipio Banes, en la provincia de Holguín se yergue altanero el Faro de Punta Lucrecia que el próximo 10 de octubre de 1868 cumplirá 150 años de servicio. Por coincidencia histórica su inauguración sucedió el mismo día que Carlos Manuel de Céspedes dio a las guerras de independencia de Cuba.

Punta Lucrecia continúa siendo al día de hoy un lugar hermoso, donde la naturaleza casi no ha sido modificada por la mano del hombre. Allí, donde las poderosas olas del Atlántico rompen a pocos metros de la base del faro, la belleza del paisaje impresiona a los que tienen la suerte de visitar el intrincado paraje costero de la geografía holguinera.

Bandadas de gaviotas buscan sus alimentos en las fértiles aguas que por siglos se tragaron navíos cargados de riquísimas cargas, lo que finalmente convenció a las autoridades coloniales españolas de la necesidad de construir un faro en el lugar.

Los planos se trazaron en 1856 y en 1863 comenzaron las obras que se concluyeron cinco años después.

De una cantera cercana se extrajo la roca utilizada en el faro y para trasladarla hasta el emplazamiento del faro – pues cada una pesaba varias toneladas – se construyó un ferrocarril rústico con carriles de madera cuyos carros eran arrastrados por bueyes. Algunas referencias afirman que en la erección del faro de Lucrecia perdieron la vida cientos de negros esclavos.

Toda la estructura del faro es de piedra de cantería. La torre es redonda y su base octogonal hasta un alto de once pies. Toda la estructura tiene, en total, 121 pies. Dentro de ella se encuentra una escalera en espiral con 218 escalones. Para su inauguración de la obra las autoridades encargaron su farola y maquinaria a una casa comercial de París.

Aunque comenzó a prestar servicios el 10 de octubre de 1868, estos duraron poco tiempo, pues las fuerzas mambisas llegaron al lugar, incorporaron a los torreros al Ejército Libertador y destruyeron la farola y la maquinaria.
Todavía hoy los historiadores e ingenieros desconocen cuál fue la mezcla utilizada por los constructores para pegar los enormes bloques de cantería y como consiguieron elevarlos hasta la cúspide del faro que está a punto de cumplir 150 años de servicios a la navegación tras haber soportado dos guerras e innumerables huracanes.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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