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Estas son las claves para entender el nuevo «desembarco» ruso en la economía de Cuba

A todos aquellos que nacieron en Cuba durante la década de los 60, les era completamente familiar la presencia de los soviéticos rusos junto a la comida y objetos que traían consigo: Latas de conservas, películas con temas bélicos, juguetes, automóviles y sistemas de transporte (los cuales sobreviven hasta la actualidad gracias al ingenio cubano), y los dibujos animados.



De esta remota región europea llegaron, a la vez, asesores tanto militares como civiles, armas, maquinarias, materiales de construcción, créditos que beneficiaban a la población y una serie de manuales realmente rígidos de la teoría marxista-leninista.

Luego del derrumbe del socialismo en Rusia, las relaciones de hermandad con Cuba se enfriaron por completo, pero, actualmente, gracias a que la economía rusa está fortaleciéndose y han establecido una férrea política exterior, las aguas están retornando a su cauce.

Este hecho se demuestra con las frecuentes visitas realizadas al más alto nivel y con la firma y consolidación de una serie de convenios comerciales, lo que deja ver que estos vínculos se encuentran en franco ascenso.

Durante mediados del 2012, Cuba y Rusia firmaron un acuerdo en el marco del Programa de Cooperación económico-comercial y científico-técnica vigente hasta el año 2020, lo que marcó el rumbo de las nuevas direcciones de interacción dentro de estas esferas.

Ya para el 2014, el presidente ruso, Vladimir Putín, informó que su gobierno condonaría el 90% del total de la deuda de la isla, la cual ascendía a unos 35.000 millones de dólares, lo que dejaría a Cuba con una deuda de tan sólo 3.500 millones de dólares americanos, y este dinero sería invertido en una serie de proyectos en conjunto en Cuba.

A finales del 2015 se marcó un nuevo hito, ya que el intercambio comercial ruso-cubano llegó a los 135.9 millones de dólares, lo cual incluyó la exportación rusa (87.3 millones de dólares) y la importación (48.5 millones de dólares americanos)

En esta nueva oleada de inversiones destaca la modernización y ampliación dentro de la industria del acero y las fundiciones, las cuales se realizan en la planta metalúrgica José Martí, por un total de 100 millones de usd, así como la construcción de cuatro bloques energéticos con capacidad de 200 megavatios cada uno, para un total de 800 megavatios, los cuales serán incorporados al sistema eléctrico nacional en unos dos años.

Por otra parte, un jugoso contrato con el grupo Kamaz ayudaría a cambiar la situación del parque de camiones, siendo este un sector que se encontraba en declive. Este contrato no sólo ayudará a garantizar el suministro de vehículos, sino también la fabricación de maquinarias y piezas de repuesto. Entre los planes se incluye el ensamblado y mantenimiento de hasta 1.000 vehículos al año, cantidad que aumentaría progresivamente cada año.

Así mismo, el transporte ferroviario también sentirá los efectos de los acuerdos que se establecieron con dos agencias rusas, las cuales suministrarán nuevas locomotoras Diesel y equipos de última generación que influirán en la modernización de este importante servicio.

De hecho, ya para mediados del año pasado llegaron las primeras 75 locomotoras a la isla, y un número similar de coches de pasajeros, pero no sólo eso, sino que serán reparadas 75 máquinas para poder brindar un servicio óptimo a los usuarios. Esto es gracias a un crédito de 190 millones de euros que fue facilitado por el Banco de Exportación-Importación de Rusia.

Por su parte, también existen otros convenios por los cuales serán suministrados nuevos helicópteros y aviones, y otros que incluyen la compra de los productos farmacéuticos fabricados en Cuba.

Hace apenas unos días se informó que una nueva flota de taxis recorrería las calles de Cuba, y que estos serían suministrados por Lada y Vesta, las marcas más reconocidas por los cubanos.

Para muchos cubanos nostálgicos, sería un sueño que junto a estos convenios volvieran a la televisión Lolek y Bolek, reaparezcan en las tiendas las dulces latas de leche condensada y carne prensada, e, incluso, que lleguen a la isla versiones modernizadas de los ventiladores Orbita o de las lavadoras Aurica, así deban adquirirse por medio de la libreta.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Fuente: TodoCuba

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