¿Es el pasaporte cubano el más caro del mundo?

martes, 15 de mayo de 2018

Para los ciudadanos cubanos que residen fuera de la Isla el pasaporte de su país constituye una especie de tortura. Aunque prácticamente no lo usen el mantenerlo le cuesta un ojo de la cara, pues debe ser renovado casi seis años a un costo de 180 euros y en ese período de tiempo renovarlo dos veces o pierde su validez.

Cada renovación en España cuesta unos 90 euros más y consiste ponerle un cuño que sólo existe en Cuba y cuya única lógica aparente parece ser sacarles más dinero a los emigrados que viven fuera de la Isla.

Por supuesto que todos los cubanos que viven en el exterior ven estas regulaciones de su país como un abuso, pero eso no les importa un bledo a las autoridades cubanas.

Si se compara el pasaporte cubano con los 27 euros que son necesarios para renovar el pasaporte español (que además es válido por diez años), cualquiera puede darse cuenta que no resulta nada barato.

Pero los cubanos que viven en España harían mal en quejarse, ya que para los que viven en Estados Unidos el pasaporte cubano les sale, aunque pueda parecer mentira, tres veces más caro.

Al más de un millón de isleños que residen en Estados Unidos la cuenta del mantenimiento y renovación de su pasaporte termina costándoles (incluyendo las prórrogas) les termina saliendo en unos 670 dólares.

No importa que el emigrado decida hacer el trámite en Cuba, el precio es el mismo del país donde reside. Las autoridades cubanas no entienden de cercanías.

Por esa razón muchos cubanos que no pueden asumir semejantes gastos optan por no regresar a su país y se quejan de que su pasaporte es el más caro del mundo, lo que resulta tristemente cierto.

Si se compara con la región de Latinoamérica es fácil darse cuenta que, incluso en los países donde el precio del pasaporte es alto y se acerca al de la Isla como Colombia (95 USD) y Chile (129 USD) no se exigen las “prórrogas” como si demanda Cuba. Una comparación que se hace más terrible al saber que los ingresos en la Isla ni se acercan a los de los ciudadanos de esos países.