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El tenebroso árbol cubano que puede causar muerte o ceguera sólo con su sombra

Existe en las costas y desembocaduras de los ríos de Cuba un tenebroso árbol que aseguran puede ocasionar la muerte o la ceguera con sólo descansar bajo su sombra.



Los primeros pobladores de La Habana tejieron variadas historias sobre este árbol. Con el tiempo las creencias oscurantistas y supersticiones añadieron detalles acerca de que el mismísimo diablo y su corte demoníaca descansaban en sus ramas durante la noche y se escondían dentro del tronco por el día.

La primera referencia al árbol de la muerte en Cuba aparece tan temprano como en 1559, en un acta capitular del Cabildo de La Habana, descrito por un tal Calixto Calderón quien solicitaba se le concedieran un par de solares a la izquierda del camino donde se encontraba un “árbol que es la leche del mata la gente”.

Concedida la propiedad por el Cabildo, amigos y parientes rogaron a Calixto que se fuera a vivir lejos del árbol maldito, pero el joven se burlaba de los consejos, hasta que se trepó al árbol y fue encontrado muerto a su sombra.

El árbol de la muerte suele invitar al descanso en las zonas costeras, lo que lo hace sumamente peligroso

Más de 300 años después, en 1842, la Sociedad Patriótica de La Habana encargó al cura y vicario del pueblo de Yaguaramas, estudioso de la botánica, que aclarara la naturaleza del árbol de la muerte.

Contestó el religioso que el único árbol de la flora cubana capaz de causar tan mortales efectos era el manzanillo (Hippomane mancinella), de la familia de las Euforbiáceas.

En su respuesta a la Sociedad Patriótica el naturalista refirió hechos de los que aseguró haber sido testigo y que demuestra el grado de toxicidad del árbol de la muerte:

Tres hijos del vecino de Yaguaramas Don Rosendo López Silvero fueron enterrados en el mes de julio del dicho año, a consecuencia de haber comido carne de jicotea envenenada por el manzanillo (…) Los vecinos que comieron de la miel de abejas formada en el hueco de tal árbol murieron en el acto y el que sólo resultó pinchado al derribar la mortal criatura vegetal, tuvo hinchazón y privación de los sentidos.

Las muertes relacionadas con el manzanillo parecen haber ido disminuyendo con el paso del tiempo, en la misma medida en que se ha ido desforestando Cuba. Sin embargo, en fecha tan tardía como 1915 se reportó la muerte fulminante de una pareja que acudió a la entrega de su primer beso bajo la frondosa sombra del árbol de la muerte situado en las márgenes del río Almendares.

A mediados del siglo pasado, en Zaza del Medio, cuatro viajeros que se detuvieron a descansar bajo su sombra fueron encontrados muertos, devorados por las auras tiñosas.

Los frutos del árbol de la muerte semejan olorosas manzanas, pero son extremadamente tóxicos para el ser humano

La venenosa planta puede llegar a alcanzar unos 20 metros y posee gran fronda. No sólo su savia de aspecto lechoso es tóxica, también sus frutos que semejan manzanas de agradable aroma resultan mortales para cualquier mamífero. Precisamente, lo más probable es que las muertes achacadas a la sombra del manzanillo se deban a la ingestión de estas frutas; pues si bien el árbol es extremadamente cáustico, al punto de deshacer algunos tejidos como el algodón y provocar severas lesiones de la piel y hasta ceguera, la “sombra” no es en sí mortal.

El manzanillo o árbol de la muerte todavía se puede encontrar en Cuba en las costas y desembocaduras de los ríos y se debe tener mucho cuidado con él, pues la terrible mala fama que ha tenido a lo largo de los siglos la tiene más que ganada.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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