El Teatro Sauto y sus luces: invaluables joyas matanceras

sábado, 13 de abril de 2019

Muchos son los elementos que embellecen y destacan a la provincia de matanzas, pero sin dudas el estilo clásico de su teatro Sauto son una maravilla, una verdadera joya de la arquitectura del Siglo XIX, y de esta misma forma lo consideran todos los que se han volcado en la campaña recuperativas y de mantenimiento de la ciudad por el aniversario de su fundación.

Sin lugar a dudas buscan destacar los elementos que a lo largo de los años han existido y rehabilitar las obras y lugares que a los largo de los años han dado brillos a la cultura y el patrimonio local y nacional.

Este emblemático teatro, declarado Monumento Nacional por su estilo único, relevante historia y además importancia cultural para el país, fue sometido a una reparación capital para la cual se designaron 8 millones de pesos, con este proceso se busca sobretodo reparar y conservar el estilo fundacional con originalidad y fidelidad.

Un aspecto en el que muchos restauradores y conservadores han prestado su atención es la iluminación del teatro pues para tal fin cuenta con aproximadamente con 46 lámparas artísticas que a lo largo de dos años han pasado por las manos del joven restaurador Miguel Ojito Fariñas, quien se ha encargado de devolverle el esplendor a cada una ya que como él mismo afirmara estas piezas adornan el hermoso lugar.

Estos objetos abarcan casi en su totalidad los espacios del valioso coliseo, desde que nos acercamos a las taquillas de ventas podemos observarlas, las que allí se muestran pertenecieron al Hotel Nacional de Cuba, conjuntamente con la lámpara de tipo araña que engalana el salón principal, , trasladada desde el año 1967 desde el Cabaret Parisién del propio hotel y que tiene la particularidad de formar parte de las únicas tres reliquias de este tipo que existe en el país, esta es la mayor honor merece por la complicación de sus restauración .

El trabajo de restauración de esta lámpara ha abarcado no solo la luminaria sino también todos sus cristales y las piezas de bronce que conectan y le brindan sostén.

Debajo de esta majestuosa joya colonial han caminado importantes figuras del arte y destacadas personalidades, como Al Capone por solo mencionar un caso.

Su composición se basa en la combinación de cristal de Baccarat, francesa, detallada a mano, elemento que el atribuye mayor valor unido a que es única de su tipo en un teatro cubano.

Otra de las luminarias de gran valor patrimonial puede apreciarse justo en el Salón de los Espejos, donde hallamos una hermosa lámpara proveniente del Gran Teatro de La Habana, Alicia Alonso.

Según nos cuenta el propio conservador debido a la antigüedad de las piezas y lo complicado que resulta el proceso de restauración y mantenimiento, él mismo ha tenido que reproducir y elaborar lámparas nuevas, apliques y reparar calaminas que antes decían que no tenían arreglo hasta que llegaron a sus manos.

Los nuevos estilos constructivos, el entorno urbano que acompaña la ciudad y el auge de nuevas formas arquitectónicas no será un factor que cause que este teatro pierda su estilo fundacional del siglo XIX.

Ha sido un proceso complejo, de restauración profunda pero como bien dijera el historiador Leonel Pérez Orozco, la espera desde el año 2010 ha valido la pena pues el resultado ha sido magnífico.

Al ritmo de las luminarias fueron atendidas también de forma especial y reparada la mobiliaria y todos los atributos acompañantes.

Ha sido un verdadero logro y además un regalo a todos los que gustan presenciar el verdadero espectáculo de luces que tiene lugar cuando suenan por segunda vez las campanadas que indican el comienzo del espectáculos, donde estas luces llenas de vida nuevamente se vuelven tenues y permiten que es escenario quede a oscuras y listo para el comienzo de la función.

Y hasta aquí una breve referencia de El Teatro Sauto y sus luces: invaluables joyas matanceras, digno de ser disfrutado y conocido.