El Museo Chorro de Maita, una semilla de nuestra identidad

domingo, 14 de abril de 2019

Visitar Holguín constituye al igual que la visita a muchos sitios de Cuba una oportunidad irrechazable para seguirse empapando de conocimientos y de la historia de nuestro país. Como por ejemplo el que nos muestra El Museo Chorro de Maita.

Si viajamos a 60 kilómetros de la cabecera provincial en busca de nuevas aventuras tendremos un resultado exitoso, pues a esta distancia, en el municipio de Banes se encuentra enclavado el Museo Chorro de Maíta, un sitio que ha permitido a científicos y espeleólogos cubanos conocer muchísimo sobre los asentamientos aborígenes de la región oriental del país, pues en este lugar se ubica la mayor necrópolis a cielo abierto de restos de aborígenes, el lugar constituye el primer punto que se debe visitar si se anda en la búsqueda de las historias de los primero pobladores que tuvo esta región y nuestro país.

Mas que conocer de El Museo Chorro de Maita…

En este sitio se ubicó una de las mayores aldeas taínas que sobrevivieron hasta los embates de la época colonial, el asentamiento Chorro de Maíta tuvo su máxima expresión en el período comprendido entre los años 1440 y 1540.

El museo que hoy se alza acá es resultado de investigaciones de alto rigor científico sobre la vida de los aborígenes cubanos y fue inaugurado el 1 de noviembre del año 1990 y solo le bastó un año para convertirse en Monumento Nacional, distinción que obtuvo el 26 de octubre de 1991.

Ya propiamente desde el año 1930 los vecinos de estas cercanías junto a otros conocedores y estudiosos de la región, comienzan a realizar leves excavaciones en este lugar peor no es hasta 1975 que avanzan significativamente los trabajos gracias al talentoso trabajo desarrollado por el relevante científico cubano y doctor José Manuel Guarch, que lideró al investigación de manera conjunta con un grupo importante de arqueólogos de la Academia de Ciencias de nuestro país.

Los resultados de la exploración, trajeron a la luz en el año 1986 la existencia de un cementerio aborigen de grandes proporciones, y la denominación de este sitio como el que fue habitado por una importante concentración de agricultores ceramistas, y a su vez resultó por su importancia y elementos tan interesante, inamovible del lugar del hallazgo, convirtiéndose en un Museo in Situ.

El descubrimiento abarcó un área aproximada de aproximadamente 25 mil metros cuadrados y reveló un total de 108 esqueletos, actualmente son expuesto a los visitante solo 60, pero se mantienen de la forma en que fueron encontrados, así mismo se mantienen en su sitio también todos los objetos que acompañaban los cuerpos encontrados, pues cabe desatacar que en aquellos tiempos las creencias aborígenes apoyaban el enterramiento con pertenencias,  joyas de elevado valor  y objetos importantes que acompañaron a estos seres en vida como posibilidad de que pasaran con ellos también a la otra dimensión de lo existente.

Dentro de los objetos de valor que hoy pueden ser observados en este museo sobresalen fragmentos de cuarzo, conchas, textil europeo, collares, oro y guanín.

Acerca del cementerio en El Museo Chorro de Maita…

Este cementerio curiosamente permite conocer varios elementos propios de diversas culturas, dados por las formas de enterrar los cadáveres y lo patrones funerarios.

De la misma forma que se observan en algunos fragmentos del terreno, cuerpos que fueron sepultados en la posición fetal o acuchillada, lo cual era tendencia en las poblaciones aborígenes.

También pueden encontrarse formas de enterramientos típicos de culturas europeas y la influencia además del cristianismo que puede constatarse al observar la manera en la que se encuentran cruzadas las manos de los difuntos sobre el abdomen o el pecho y el cuerpo completamente extendido, estas son formas más actuales de enterramiento y evidencia que el cementerio es mutiétnico.

Las investigaciones emprendidas alrededor del hallazgo permitieron conocer la raza, estilos de vida y enfermedades que padecieron los seres humanos que se asentaron en este lugar.

Fue significativo también el conocimiento adquirido sobre los ritos y métodos funerarios además de poder comprender mejor las características del período en que los aborígenes y los españoles tuvieron el choque intercultural.

Mas del Museo Chorro de Maita…

Para completar la excelencia de este sitio e ilustrar mejor los elementos que el museo no podía abarcar, fue construida una aldea taína con representaciones aborígenes en esculturas, para ser exactos 38 esculturas humanas componen la aldea que se nutre también de importantes elementos encontrados durante la exploración del sitio y revelan la forma en que vivían los aborígenes, sus rituales más importantes, las actividades que realizaban e incluso el vestuario y la deformación de sus cráneos.

La creación estuvo a cargo de tres importantes artistas de la escultura en Holguín, Lauro Echavarría Osorio y Argelio Cobiellas, padre e hijo.

De esta forma quedó compuesto este lugar mágico que, por su historia, acercamiento real a la etapa aborigen en Cuba y gran cantidad de conocimientos dispuestos a ser entendidos constituye el sitio arqueológico más importante de Cuba y matiza de igual manera la lista de sitios que aportan a nuestra identidad nacional y culturas propias.