Descubre las virtudes del romerillo, esa planta silvestre que crece en cualquier patio cubano

lunes, 16 de julio de 2018

Los cubanos conocen muy bien el romerillo blanco. Crece silvestre en patios, jardines y hasta en los techos, pues sólo necesita un poquito de tierra en la que afincarse. Sus flores blancas y amarillas son preferidas por las abejas que suelen verse volando a su alrededor; pero también (como las hojas y la raíz) han sido utilizadas por generaciones para preparar diversos remedios caseros.

Ya el sabio cubano Tomás Romay destacaba en el siglo XVIII las virtudes del romerillo para el tratamiento de las anginas y las aftas bucales. Sólo se precisa masticar las hojas o hacer gárgaras con ella.

Algunos autores han indicado que la planta posee propiedades como emenagogo (activa la menstruación en las mujeres) y es un efectivo tonificante para reactivar fuerzas. La raíz, por su parte ayuda a preservar la dentadura y alivia el dolor de muelas.

Estas cualidades medicinales se deben a que en el romerillo existe abundante presencia de de aminas, esteroides, triterpenos, azúcares, flavonoides, fenoles, taninos, glucósidos (chalconas), benzoides (fenilheptatrina y alfa-tertienil), carbonato de sodio, potasio, calcio, ácido silicio, albúmina y un aceite esencial. Tal abundancia ha llevado a varios expertos a afirmar que ninguna pastilla – por buena y efectiva que sea – posee el número de virtudes que se puede encontrar en el romerillo.

El romerillo crece siempre silvestre por lo que su cultivo no es una preocupación, basta con darse una vuelta por algún patio y seguro se encuentran las plantas, en ocasiones formando tupidos matorrales.

Los que viven en el centro de las ciudades lo pueden sembrar en macetas, pues es poco exigente con las condiciones del suelo y se adapta con facilidad. Además, es una planta de larga vida que se puede encontrar en cualquier época del año.

Como forraje para la alimentación del ganado menor y mayor es excelente y – como se mencionó anteriormente – tiene grandes cualidades melíferas, por lo que es preferida por las abejas.

Así que, cuando encuentre un romerillo creciendo en su jardín… No lo arranque como maleza. Bien vale la pena dejar que crezca.