Demos un paseo por el Capitolio

sábado, 15 de abril de 2017

En el mismo centro histórico de la capital cubana, marcando el kilómetro cero de la isla se levanta uno de los edificios más enigmáticos de la urbe. Una escalinata que aunque parece ascender al cielo, desemboca en un conjunto escultórico que tiene su homólogo nada más y nada menos que en Washington. No puedes ser otro que el Capitolio de La Habana.

Si usted no ha tenido el placer de disfrutar de este mítico lugar, suba la escalinata de 55 peldaños y encuéntrese con años de historia. A ambos lados de la escalera aparecen dos impresionantes grupos escultóricos de bronce con pedestal de granito, una masculina y la otra femenina, que representan el progreso de la actividad humana y la virtud tutelar del pueblo.

Dentro del edificio, está la estatua de la república. La base de la obra fue hecha de ónix egipcio antiguo. Representa la figura de una mujer joven de pie, vestida con túnica, casco, escudo y lanza. Es la tercera estatua bajo techo en el mundo en tamaño, superada solo por el Buda de Oro de Japón y la de Abraham Lincoln en Washington.

Puede pasear por el Salón de los pasos Perdidos, donde se aprecian hermosas lámparas de bronce,  capiteles y columnas fabricadas en Londres.

También puede disfrutar del salón de la presidencia del Senado y la Cámara de Representantes, alumbrado con 40 bombillas de bronce laminado con oro viejo y cristales dorados con oro al mercurio, originarias de París.

Cuando llegue al Salón de conferencias del Senado verá un zócalo de mármol verde de los Alpes, con comisa de ónix dorado de Marruecos. Las pilastras son de mármol cipollino dorado oxidado. Los herrajes fueron encargados en Estados Unidos.

También están las oficinas de los secretarios de la Cámara de Representantes y el Senado, ambas de estilo Jorge V, en tanto las de la Cámara son estilo imperio. Todas de bronce fundido con acabado de bronce antiguo.

Toda la decoración del lado derecho del pórtico capitolino simbolizan el comercio terrestre, la molienda, el trabajo, la minería, la instrucción, la cerámica, la justicia, la mecánica, la familia, la industria ligera y el comercio marítimo. Los del ala izquierda representan a los descubridores, la siembra, los leñadores, la carpintería, el tabaco, la metalurgia, la agricultura, la caña, la forja de metales, la destilería y las hilanderas.

En el mismo frente le reciben tres intercolumnios. En el pabellón de la derecha están representadas la danza, la música, la poesía y la arquitectura. En el de la izquierda: las matemáticas, la química, la astronomía, y la física.

Pero, sin lugar a dudas, lo más representativo de este emblemático inmueble es su cúpula, la cual, con una altura de 91,73 metros, puede ser vista desde diversos puntos de La Habana. Directamente bajo su aguja central se halla el brillante de 25 kilates, que fija el punto de partida de todo el sistema de carreteras del país. Se destacan, también, en la cúpula los escudos de las antiguas seis provincias cubanas.