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¿Conoces la cueva de Seboruco, ese singular “edificio” que esculpió en Cuba la madre naturaleza?

Si de Cueto vas para Mayarí haciendo el tour de Compay Segundo no dejes de darte un saltico para visitar la cueva de Seboruco a unos escasos cinco kilómetros de este último poblado. Bien vale la pena.



Esta hermosa formación natural declarada Monumento Nacional no sólo es atractiva por sus peculiares formaciones rocosas que semejan casas hechas por la madre natura, sino que está rodeada por un paisaje sin igual y esconde numerosos mitos y leyendas locales.

En ella descubrió en 1948 el Dr. Antonio Núñez Jiménez los restos aborígenes más antiguos de Cuba y el Caribe insular (unos 6 000 años), aunque en fecha más reciente se han descubierto otros que al parecer son de una fecha aún más temprana. En el museo municipal de Mayarí se encuentran expuestos una parte de los restos arqueológicos que en el lugar se encontraron.

La llamada cueva de Seboruco es en realidad un sistema cavernario que se alza en una pared vertical de un monte cortado por la fuerza del río que antaño la golpeara y hoy corre frente a ella. Todo el margen de esta cubierto por piedras redondeadas por la corriente a lo largo de innumerables años, razón por la cual, oficialmente, se le nombra Farallones de Seboruco. Este río 200 metros más abajo se convierte en la delicia de los bañistas, pues sus aguas cristalinas no tienen igual en Cuba.

Esta hermosa formación natural declarada Monumento Nacional no sólo es atractiva por sus peculiares formaciones rocosas que semejan casas hechas por la madre natura

Las múltiples entradas de la cueva de Seboruco se unen entre sí a través de túneles húmedos y angostos que en una de sus fracciones descendientes dan con un estanque de agua del río subterráneo. De todas estas entradas sólo dos se encuentran a una altura accesible y dos un poco más altas pueden ser alcanzadas por los más atrevidos escalando el farallón, aunque con mucho peligro pues están a más de 10 metros sobre el nivel del suelo. Cuando se observan desde lejos semejan los balcones un edificio de apartamentos de corte irregular tallado por los caprichos de la naturaleza.

Este edificio fue “habitado” sólo una vez por los vecinos de la zona cuando el devastador huracán Flora en octubre de 1961 causó las más grandes inundaciones de la historia de Mayarí y los campesinos del lugar buscaron refugio seguro en las alturas del farallón.

En la actualidad la cueva de Seboruco es el destino de muchas excursiones veraniegas de familias y escolares que van a disfrutar de la imponente vista y darse baños en el río Seboruquito. Incluso, algunos emprendedores organizan por su cuenta paquetes turísticos para realzar el valor de las casas locales de alquiler. A los turistas los llevan en viejos y destartalados jeeps todo terrenos que les hacen vivir una experiencia única.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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