fbpx

Conoce la historia del telescopio de mayores dimensiones en Cuba

El telescopio de mayores dimensiones en Cuba, catalogado en 1956 como uno de los más grandes del mundo, está ubicado desde hace 60 años en el capitalino municipio Boyeros; el dispositivo tiene 61 centímetros de diámetro y ha permitido en el país observaciones astronómicas en conjunto con la antigua Unión Soviética.



Fue el médico cirujano oftalmólogo, doctor Miguel Méry y Ruiz de Villa, gran aficionado a la ciencia de los astros, quien a principios de 1954 inició los preparativos para la construcción del observatorio, que se terminó en septiembre de 1955 y tendría al telescopio como pieza principal.

Ruiz de Villa escogió la prestigiosa casa óptica Fecker Inc. (Pennsylvania, Estados Unidos) para la fabricación de su telescopio reflector, que incluyó montura americana, focos Cassegrain y Newtoniano, alternativamente, un buscador refractor de tres pulgadas de diámetro, una gama de seis oculares y un prisma zenital.

El trabajo “El Observatorio de Boyeros cumple cincuenta y dos años”, realizado por el especialista Ernesto R. Rodríguez Flores, expone que cuando el observatorio estuvo listo para su utilización, las pruebas iniciales realizadas al telescopio develaron que el objetivo no se ajustó a los detalles solicitados, por lo que la casa Fecker corrigió el error y entregó el pedido un mes más tarde.

En septiembre de 1956, la publicación “Astronomía”, órgano oficial de la Sociedad Astronómica de Cuba (SADC), catalogó a este ecuatorial como el mayor del mundo en un observatorio de aficionado, según la indagación de Rodríguez Flores.

Después de la muerte del doctor Méry, en 1976, el mirador y su telescopio se convirtieron en propiedad estatal del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), que pertenece a su vez al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Según Antonio Alonso, especialista en el trabajo astronómico, el telescopio se ha usado fundamentalmente para observaciones fotográficas en películas o placas de cristal; explicó también que entre los principales aportes del ecuatorial a la ciencia cubana se encuentran: la Campaña del Cometa Halley, que propició el 11 de octubre de 1985 la primera observación de ese cometa en Cuba; la Campaña de seguimiento de Fobos, un satélite de Marte; así como observaciones estelares a principios de los años 90.

Zulia Bárcenas, subdirectora del IGA, explicó que el lugar donde se encuentra instalado el ecuatorial está actualmente en fase de reparación.

“Desde sus inicios, el observatorio se convierte en orgullo de los cubanos dedicados a la ciencia de los astros”, señaló Ernesto R. Rodríguez en su trabajo, donde califica al telescopio como caballo de batalla del trabajo observacional nocturno en Cuba.

Rafael Rivero Ávila, especialista del Museo Municipal de Arroyo Naranjo e investigador, apuntó que quizá uno de los elementos más curiosos de la historia del observatorio es que ha formado parte de dos municipios distintos, pues el territorio donde está ubicado pertenecía originalmente al municipio Arroyo Naranjo, pero en la división político-administrativa de 1976 pasó a formar parte de Boyeros.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba