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Conoce la historia del edificio donde se ubica hoy el Hotel Telégrafo de La Habana

El hotel Telégrafo destaca en la esquina de Prado y Neptuno luego del proyecto ejecutado en el año 2011, que tuvo como objetivo fundamental la recuperación de sus espacios y el rescate de antiguos elementos de la arquitectura, eliminando añadidos y modificaciones sufridas en el inmueble a lo largo del tiempo. Por ello, se restituyó la fachada consolidándose los vestigios de otras épocas en su interior.



 

 

Hotel Telégrafo (años 40)

Si bien desde 1860 ya existía una instalación homóloga en la calle Amistad, frente al antiguo Campo de Marte y muy próximo al Paseo del Prado, en 1899 se trasladó a la ubicación actual, en la céntrica esquina habanera de Prado y Neptuno. Desde entonces disponía del confort necesario, con baños, un restaurante y esmerados empleados que hablaban varios idiomas. Este terreno estaba dividido en varias parcelas, ocupadas por diferentes locales: una fábrica de billares; barbería; una casa de huéspedes; café, restaurantes y viviendas. En 1911 fue reconstruido y ampliado en un tercer nivel, considerándose uno de los más modernos de la ciudad. La ubicación de los teléfonos situados en las habitaciones y mesas del restaurante, lo convirtieron en lugar preferido de políticos y negociantes para allí efectuar reuniones. Se ha dicho que su propietaria, la señora doña Pilar Samoano, seguidora del Partido Liberal, lo convirtió en una especie de Cuartel General de José Miguel Gómez durante su candidatura. También fue el preferido de importantes artistas de su época.

Hotel Telégrafo (1950)

A mediados del siglo XX su confort y elegancia habían desparecido. El edificio se deterioró progresivamente hasta que cerró sus puertas. En 1964 se produjo el derrumbe de parte del inmueble, conservándose solamente los muros de la fachada, permaneciendo así algunos años.

Hotel Telégrafo, después de la restauración

En la actualidad el hotel combina en su elegancia lo antiguo y lo moderno. Cuenta con 63 habitaciones de excelentes vistas hacia la ciudad. En el patio interior se conservaron las arcadas de medio punto, mostrando los ladrillos originales que contrastan con el novedoso diseño. El restaurante, de alta cocina, lleva el mismo nombre del hotel, que tomó tal denominación por haberse instalado otrora en su carpeta este equipo que permitía la comunicación de sus huéspedes.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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