fbpx

Cerro de Cabras, un sitio excelente para el turismo de naturaleza en Cuba

Para los que aman el ejercicio físico y el turismo de naturaleza ascender al Cerro de Cabras, una elevación de 484 metros sobre el nivel del mar, en las afueras de la ciudad de Pinar del Río y visible desde toda la occidental urbe, es una excelente opción.



El Cerro de Cabras es una de las alturas más notables de la formación de Alturas de Pizarra del Sur en la Sierra de los Órganos y debe su nombre a que en el pasado era muy común encontrar a los chivos (como llaman en Cuba a las cabras) trepando por sus escarpadas pendientes rocosas.

Estos rumiantes llegaron al cerro de la mano de una señora a la que llamaban Mamá Machuca y que fue la primera que vivió allí, muy cerca de la cumbre. Ella se mudó allí para que su esposo que estaba enfermo de los pulmones pudiera disfrutar del aire limpio del lugar y se dedicó a la cría de cabras, de las que llegó a poseer una cantidad tan grande que parecía que colgaban de las pendientes.

La elevación, que aparece en el escudo de la provincia ha sido fuente de inspiración para poetas y pintores. El famoso paisajista Tiburcio Lorenzo (1912–1996) le dedicó varias de sus obras, atraído por los toques de tambor, una tradición de los que viven en sus alrededores y que llegó desde África de la mano de los esclavos.

En las laderas del Cerro de Cabras se asentaron a inicios del siglo XIX los inmigrantes franceses que huían de la revolución de Haití; pero ya, desde mucho antes, la elevación había sido habitada por los aborígenes cubanos, de los cuales se han encontrado restos arqueológicos en el lugar.

Los que tienen la suerte de a la cumbre del cerro tras vencer las herbáceas laderas pueden disfrutar del aire puro que sopla con fuerza animado por la altura y contemplar la fantástica vista que en lontananza ofrece la ciudad de Pinar del Río al atardecer.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Fuente: TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba