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Catedral de San Isidoro de Holguín, una belleza arquitectónica en el norte oriental de Cuba

La Catedral de San Isidoro de Holguín es uno de los templos más bellos de Cuba y el más grandioso del norte oriental de la Isla.



Está consagrada a San Isidoro, santo patrono de la ciudad de Holguín, quien fuera obispo de Sevilla por 37 años y viera pasar a seis reyes por el trono; mientras promovía la cultura y lleva a la Iglesia hacia el progreso. Tanto así, que está considerado como uno de los más importantes teólogos y eruditos de la historia de la cristiandad.

En sus primeros años fue una edificación precaria, levantada con materiales de muy mala calidad y poco duraderos. Recibió la bendición de la Iglesia en 1720 y diez años después los vecinos de Holguín la derribaron para construir en su lugar un edificio mucho más consistente con paredes de embarrado y techos labrados en maderas preciosas cubanas.

Está consagrada a San Isidoro, santo patrono de la ciudad de Holguín

Esta segunda iglesia consagrada a San Isidoro, sirvió no sólo para el culto cristiano, sino que funcionó también como cementerio y archivo donde quedaron registrados los nacimientos, los matrimonios y las defunciones de los holguineros por 89 años.

Sin embargo, este templo también sería derribado en la década de 1810 para construir en su lugar el tercero y definitivo que es el que ha llegado hasta nuestros días.

De esta maravilla arquitectónica que ha signado el paisaje urbano de la ciudad por 200 años, destaca su interior de aspecto morisco y sus techos de madera (originales y uno de los más altos ejemplos del estilo mudéjar en el oriente de la Isla).

Sus techos están labrados en maderas preciosas cubanas.

La Iglesia de San Isidoro de Holguín fue elevada a la dignidad de Catedral por el Papa Juan Pablo II en 1979 cuando se creó la diócesis de Holguín, territorio eclesiástico que antes pertenecía a su homóloga de Santiago de Cuba.

Para honrar este acontecimiento tan importante para la ciudad y el templo, en 2005 se develó una estatua del Sumo Pontífice Juan Pablo II, obra de Henry Wilson y Héctor Carrillo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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