Cangrejos rojos, la curiosa historia del viaje suicida de una colonia de crustáceos Cuba (+ Videos)

martes, 11 de diciembre de 2018

Cada año, en varios puntos dispersos por la isla de Cuba, cantidades exuberantes de cangrejos rojos cubanos (Gecarcinus ruricola), salen de los huecos donde se esconden debido a las lluvias de la primavera, en el mes de abril. Estos transitan muchísimos kilómetros hasta llegar a los litorales para poder desovar sus huevos y así tener garantizada su descendencia.

Generalmente del mes de abril a julio es que se realiza el ciclo, en el cual las hembras que han sido fecundadas y que logran sobrevivir a todos los peligros del trayecto, pueden realizar hasta tres puestas de huevos en las playas, durante cada temporada reproductiva.

En la actualidad son muy frecuentes las incursiones humanas, aunque no todos los visitantes y habitantes del lugar tienen malas intenciones. La suerte de estos crustáceos se ha vuelto punto de mira para científicos y algunas de las autoridades.

En su trayecto muchos mueren aplastados por las ruedas de automóviles, o algunos son cazados por su carne, a pesar de que las autoridades sanitarias hallan advertido en reiteradas ocasiones a todos los vecinos y visitantes del lugar que consumir este espécimen en muy tóxico para la salud humana ya que contiene metal tungsteno.

Estas grandes alfombras rojas se pueden apreciar en lugares como la Reserva de la biosfera de Guanahacabibes, que es un santuario para la vida salvaje en la zona occidental de la isla. La Ciénaga de Zapata es otro lugar donde se les ve desarrollarse, el humedal más inmenso del caribe; además en algunos puntos de la Isla de la Juventud .

Las autoridades para defender y cuidar su trayecto hasta las playas tratan de tomar las medidas que creen pertinentes, aunque aún no son las más efectivas debido a que esta especie ha tenido que interactuar cada vez más con las visitas de muchos turistas.

La existencia y reproducción de esta especie debe ser mantenida bajo vigilancia, según creen algunos científicos. Se debe seguir trabajando para lograr que se cumplan los reclamos de personas que protegen y se preocupan por la naturaleza y su fauna.