Así es el toti, el pájaro negro al que más refranes y culpas le echan en Cuba

jueves, 16 de agosto de 2018

El totí (Dives atroviolaceus), ave endémica de Cuba, tiene muy mala fama. Ya lo dice el refrán, “todos los pájaros comen arroz y la culpa la carga el toti”.

Conocido en el oriente como choncholí, en el occidente como chiracol y en toda Cuba como totí; este pájaro de color negro brillante cría en todo el país, vuela en bandadas y con frecuencia ataca las siembras de arroz causando grandes estragos.

Este hábito alimenticio le ha ganado el odio de los campesinos cubanos que lo ven como una plaga. En las ciudades tampoco es muy querido el totí, que tiene la costumbre de reunirse con otras especies similares como los chichiguacos y los mayitos en las arboledas de los parques urbanos. Desde las ramas arman todos juntos una algarabía infernal que molesta a los vecinos. Los transeúntes que pasan por debajo de estos árboles son, muy a menudo, decorados con las excrecencias de los pájaros.

¡Carajo, ya me cagó un totí!, gritan furiosos los infelices a los que le tocó la suerte, sin ponerse a considerar que el regalo recibido bien pudo llegarle de un mayito o un chichiguaco.

La tradición guajira afirma que el totí es el primer pájaro del monte en cantar al amanecer y el último al irse a descansar cuando llega la noche. De ahí la frase del oriente “ser el primero y el último como el choncholí”.

Antiguamente en los carnavales de las regiones orientales eran frecuente oír en las comparsas una tonada que decía “choncholí se va pal, monte, cógelo que se te va”, lo que era una alusión directa al posible alzamiento de los negros esclavos de esa región.

El totí, como bien dice el saber popular, es un pájaro garrapatero, al igual que otros como el judío o la garza.

También es una de las aves de canto más variado, aunque algunos confundidos con otras especies similares piensen que su trino es monocorde y monótono… Nada, que las culpas siempre las carga el totí.