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Yordenis Ugas se sube al ring en la segunda pelea más importante de su vida

El boxeador Yordenis Ugás enfrenta este sábado la pelea más importante en su carrera en el ring. El cubano se medirá con Ray Robinson por ubicarse al tope del ranking de la Federación Internacional del Boxeo, la antesala a una pelea de título mundial contra el campeón del organismo Errol Spence Jr.



Un caballero en lo que abarca la palabra, Ugás (20-3, 9 KO) ha vencido a cinco rivales importantes en un plazo de 12 meses, tras dos años de estar alejado de los cuadriláteros, hasta que su unión con el técnico Ismael Salas lo ayudó a salir de la oscuridad y el casi retiro.

¿Qué opinión te merece este oponente del sábado?

“Aunque no conozca mucho de él, solo tengo respeto por el hecho de ser un púgil que se sube a un ring. Espero y estoy seguro de que vendrá a combatir y a competir. En honor a la verdad no he visto mucho de él, pues no ha peleado tanto últimamente”.

Lleva el nombre de una leyenda, ¿qué sacas de eso?

“Imagino que fue algún tipo de homenaje al tremendo Robinson al nacer, tal vez una casualidad, pero no creo que haya mucho para leer e interpretar en que se llame igual al gran “Sugar”.

¿Han pensado en la importancia de esta pelea o evitas llenar tu mente con eso?

“En verdad, pienso todo el día en eso, en que me va a acercar a lo que más quiero, a una pelea de título mundial. No oculto que voy muy motivado física y mentalmente. Si gano el sábado estaré a las puertas de la gran fiesta”.

¿Cómo ha sido este campamento?

“Especial y completo. Casi nunca puedo decir eso de mis campamentos de preparación, porque han sido acortados para aceptar retos de rivales o en otros he sufrido lesiones. Este, por el contrario, ha sido magnífico, con 150 rounds de sparrings, con sparrings diferentes, pero la diferencia más importante: yo soy ahora un boxeador distinto”.

Sé que estuviste con Salas para los días de la pelea de Jorge Linares contra Gesta.

“Fue algo emocionante, y te confieso algo, Linares es mi boxeador favorito. Él no sabe eso, pero su historia y la mía tienen momentos parecidos. El y Gabe Rosado han sido dos guías para mí, ejemplos de que uno puede salir de la oscuridad”.

¿Cómo así?

“Cuando Linares perdió con Thompson y DeMarco, muchos dijeron que estaba acabado. Lo mismo dijeron de mí. Pero cuando se unió a Salas su carrera floreció y míralo donde está, un gran campeón. Rosado, por otra parte, perdió varias veces, pero contra quién: Golovkin, Lemiux, Kid Chocolate, y nunca se ha rendido, sigue ahí, en la brecha”.

Y pensaste que si ellos pudieron, ¿por qué yo no?

“Por supuesto, pero sucedió algo más. Antes de que yo regresara a pelear, tuve la dicha fortuita de hacer sparrings y entrenar con los dos. Eso era como una señal de que yo iba por el camino correcto del renacimiento deportivo. Fue un aviso divino”.

Lo de Salas contigo sí es algo terrenal y racional: un buen profesor y un buen pupilo.

“Cuando yo llego al gimnasio de Salas este dice públicamente que era el mejor peleador de todos los que estaban allí, y allí habían cuatro campeones de la talla de Nonito Donaire, Beibut Shumenov, Linares y mi hermano Rancés Barthelemy. Yo sé que me lo decía para enviarme un mensaje, que yo merecía mejor suerte”.

Y esperas que esa suerte te sitúe ahora frente al campeón Spence Jr.

“Sí, y sé que la gente no me da mucho chance. Yo no soy de los que habla por hablar, ni me gusta demeritar un oponente, ni pronosticar nocauts y reconozco que él es el favorito. Ahora, conmigo hay que morirse. Soy un competidor fuerte y nato, y me fajo de tú por tú con el que sea”.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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