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Yoel Romero, ‘el Soldado de Dios’, logra contundente victoria en su enfrentamiento en la UFC

Antes de su pelea con el luchador norteamericano Luke Rockhold, Yoel Romero dijo unas palabras “Voy a entrar al octógono a darlo todo, y que Dios disponga”. Ambos de enfrentaron en el campeonato interino del peso medio de la UFC. Por su parte, Rockhold aseguró acabar con Romero “quebrar su voluntad”, pero el peleador cubano, mejor conocido como “el soldado de Dios” por su devoción.



Sin temor, Romero jugó sus cartas mucho mejor que el estadounidense, al que noqueó en el tercer asalto con la fuerza de siete hombres. No sabemos si dios dispuso su ayuda o no, pero si sabemos que la pelea acabó de esta manera:

https://youtu.be/iUsBakWRtwA

 Bomba inteligente

Si bien no fue sorpresa el triunfo de Romero, Rockhold figuraba como favorito. Muchos esperaban que liderara la pelea, alargándola hasta que Romero se le acabaran sus fuerzas y llevarlo al suelo y ganar. “Nadie golpea en el suelo como Rockhold, nadie. Es como una máquina de golpeo”, había vaticinado el comentarista Joe Rogan, que parecía olvidar que el cubano fue medalla de plata en lucha libre en Sídney 2000. En cualquier caso, la pelea no fue por ahí, Rockhold se obcecó en el boxeo para desesperación de su equipo, que le gritó de forma desesperada «¡La pierna, Rockhold, la pierna!».

Rockhold debía haber usado las patadas para mantener una distancia con su contrincante, pero no lo hizo, quizás queriendo demostrar ser mejor que Romero. Grave error. El cubano, uso esto a su favor para dar el nocaut final. Ya lo había advertido el exluchador y periodista Jimmy Smith que señaló que el cubano suele engañar a sus oponentes: “se hace el despistado y de repente, ¡bang!”. Yoel Romero sabe cuándo explotar, es una bomba inteligente.

Día triste

Pese a su gran victoria, para Romero no todo fue alegría. De hecho fue un dia malo para el luchador, que no pudo obtener el cinturón a casa por haberse excedido en el pesaje el día anterior a la pelea. La pelea, que debía haberle coronado como el mejor de los pesos medios, con permiso del campeón lesionado, Robert Whittaker, solo le aseguró poder optar al título la próxima vez que luche. Es lo máximo que le pudo prometer Dana White, comandante en jefe de UFC.

Romero debía sentirse muy triste, tal como si hubiera corrido un maratón y le rodaran la meta más allá. Pero ello no fue lo peor que le pudo pasar al cubano, quien tuvo que abandonar el octógono con la ayuda de sus compañeros con una posible fractura en la pierna. Romero, de todas formas, es un experto en gestión del estrés y tiene soluciones para todo. «La vida es como el tiempo. A veces tienes momentos de sol y otros de lluvia. Uno debe estar preparado para estos cambios de tiempo», dijo antes de irse camino del hospital.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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