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Lázaro de la Torre, el “brazo de hierro” de los Industriales sigue soñando con la pelota

Lázaro de la Torre es todo un ídolo para los seguidores del equipo de Industriales. No sólo por tener el “brazo de hierro” y poder lanzar casi todos los días, sino porque cuando muchos se acobardaban y miraban al piso, él pedía la bola y salía a guapear los juegos.



Llegó a las Series Nacionales en la temporada 1978 – 1979 con 21 años para jugar en el segundo equipo de la capital, Metropolitanos. Debutó por todo lo alto, pues ganó 12 juegos y perdió sólo 3, lo que lo llevó a formar parte del equipo Habana en la Selectiva. Todo un logro para un novato.

En total, el “brazo de hierro” de la capital participó en 20 campañas y jugó durante “cuatro décadas” pues e retiró en la Serie 2001 – 2002 cuando tenía 45 años de edad y todavía los rivales pasaban trabajo para batearle.

Llegó a las Series Nacionales en la temporada 1978 – 1979 con 21 años

De la Torre obtuvo en sus dos décadas como pitcher 208 victorias y propinó 1 716 ponches, récords las dos marcas para los lanzadores capitalinos.

El pitcher habanero se ubica entre los diez mejores de todos los tiempos en Cuba en varios departamentos: bateadores enfrentados (11 783), entradas lanzadas (2 821) y bases por bolas (930). Su promedio de carreras limpias de 3.29 fue también muy bueno, pues Lázaro de la Torre siempre tuvo que pitchear la mayor parte de su carrera contra bates de aluminio.

Sin embargo, más que todo, Lázaro de la Torre pasó a la posteridad no por ser el quinto pitcher más ganador en Series Nacionales, sino por su carácter guapo y la fortaleza de su brazo. Nunca se le vio decir que estaba cansado o que tenía muy poco tiempo entre una apertura y otra. Siempre estuvo dispuesto a subirse en la “colina de los martirios” a hacer su trabajo.

El pitcher habanero se ubica entre los diez mejores de todos los tiempos en Cuba en varios departamentos

Amante del béisbol por encima de todo, continuó vinculado a él jugando en Nicaragua y Japón cuando el INDER le obligó a retirarse a mediados de la década de 1990. Y cuando le ofreció la posibilidad de retornar lo hizo sin dudarlo para seguir defendiendo los colores de la capital.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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