Gimnasios privados, un negocio de moda que se expande por Cuba

martes, 9 de octubre de 2018

Uno de los negocios que más se ha expandido en Cuba desde que se amplió el trabajo por cuenta propia es el de los gimnasios particulares. En todas las ciudades de la Isla se han multiplicado de mano de la iniciativa privada, pues se trata de una actividad rentable. Apenas se necesita una licencia de “Instructor de Prácticas Deportivas” que se consigue por 150.00 pesos y pagar las mensualidades que oscilan entre 300.00 y 600.00.

Como en la Isla se valora cada vez más poseer una buena figura, a los gimnasios particulares no les falta una clientela joven y entusiasta que paga con gusto tarifas que van desde los 50.00 pesos cubanos hasta los 25.00 ó más CUC al mes, en dependencia del glamur de las instalaciones.
Los que se dedican al negocio de los gimnasios tienen una gran ventaja: el ejercicio físico puede llegar a ser tan adictivo como la nicotina y la mayoría de los que se aficionan a él no pueden dejarlo en el resto de su vida.
Sólo en Cienfuegos, una de las provincias más pequeñas y menos pobladas de Cuba existen alrededor de 200 gimnasios particulares, una cifra que tres veces mayor al número de los que son regentados por el INDER, la institución que rige la práctica del deporte organizado en Cuba.
Casi todo lo que se puede decir de los gimnasios particulares es bueno, pero si una pega se le puede poner es que, en la misma medida en que se han multiplicado ha crecido también el consumo de sustancias ilegales o peligrosas entre los practicantes de deportes con el objetivo de ganar masa muscular de forma acelerada.
El otro gran problema es la carestía. Si bien existen gimnasios baratos, los que tienen las mejores condiciones cobran cuotas que son inalcanzables para la inmensa mayoría de los cubanos. Como alternativa a los que no pueden pagar les quedan los gimnasios estatales, pero estos funcionan de forma irregular, si es que funcionan.