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Skate, el deporte extremo con el que las autoridades tienen prohibido en Cuba (+ Fotos)

El skate llegó a Cuba en la década de 1980, unos diez años después de su surgimiento y su formalización como deporte. Lo trajeron los hijos de los funcionarios cubanos en el extranjero que para poder continuar con su práctica – una vez que se rompieron las patinetas que habían importado – tuvieron que inventar bastante con ruedas de patines viejos. Sin embargo, a las autoridades del INDER nunca les gustó el skate y más de 30 años después la situación no ha cambiado: sigue siendo un deporte marginal en Cuba.



Aunque el Comité Olímpico Internacional está a punto de introducirlo en las Olimpiadas, las autoridades cubanas del deporte insisten e ignorarlo y entorpecen su desarrollo. No sólo no se vende los implementos para practicarlo, sino que la policía expulsa de los lugares públicos a los jóvenes que lo practican y, en cuanto tiene oportunidad, los arresta, los multa y les decomisa sus implementos.

El skate llegó a Cuba en la década de 1980, unos diez años después de su surgimiento y su formalización como deporte

El INDER sólo se ha interesado por skate cuando ha habido dinero por el medio. Una donación de Canadá fue entregada al organismo rector para el desarrollo del deporte extremo; pero cuando los muchachos fueron a ver en qué se había invertido, descubrieron que todo había desaparecido. El local destinado para la práctica que debía haber sido arreglado por el INDER era una verdadera ruina.

Fue entonces que los muchachos agarraron el toro por los cuernos y construyeron su propia pista en Ciudad Libertad. Desde entonces dicen no querer saber nada del INDER, una institución en la que no confían y que consideran un antro de burocracia.

Las autoridades cubanas del deporte insisten e ignorarlo y entorpecen su desarrollo

En el viejo edificio abandonado en el que montaron su pista de skate tampoco pueden sentirse dueños. Pertenece al Estado, a pesar de haberlo salvado ellos de la ruina y cada vez que desean las autoridades los expulsan de él para utilizarlo en diversos fines.

La percepción social tampoco los favorece. Muchos cubanos ven a los skaters como marginales y vagos que interrumpen el tráfico y pueden provocar peligrosos accidentes. Esta opinión está influenciada en buena medida por la inexistencia del reconocimiento oficial.
Mientras, los skaters siguen a lo suyo, porque patinar es su vida.

El INDER sólo se ha interesado por skate cuando ha habido dinero por el medio

Escrito por | Redacción TodoCuba

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