Pancho Amat, el numero uno del tres cubano

sábado, 6 de abril de 2019

Quizás mencionar el nombre de Francisco Leonel Amat no arrojará muchos resultados si realizamos una búsqueda por personalidades conocidas y emblemáticas, peor si en su lugar preguntamos por Pancho Amat , el resultado será completamente diferente y la divergencia radica en lo que muchos llaman nombre artístico, por el que la mayoría de los artistas cobran popularidad.

Sin resultar absolutistas ni petulantes, pero reconociendo todo el talento y la consagración sería posible afirmarse que este hombre destaca como uno de los mejores treseros de todos los tiempos.

¿Quien es Pancho Amat?

Nacido en 1950, en el municipio de Güira de Melena, otrora provincia de la Habana este reconocido músico destaca por su virtuosismo, estilo propio y talento pero sin dudas gran peso dentro de su calificativos y reconocimientos se deben al valor de su obra que por tan completa y abarcadora se ubica dentro de las expresiones más arraigadas de la música popular cubana.

Si de talentos se trata sería bueno calificarlos en dos tipos, aquellos que nacen y se desarrollan en la academia y los otros que se desarrollan de forma empírica pero que ganan tan excelentes resultados como los fomentados por la formación, este es el caso de Pancho Amat, pues sus conocimientos provienen de su apego hacia la trova y los lugares donde predominaba así como la rica tradición sonera de su lugar de nacimiento.

A pesar de que otras profesiones como pelotero o maestro tomaron prioridad en la mente del joven antes que las partituras y sonidos, según como el artista mismo alega en más de una entrevista, la música es una pasión en su vida y se consolidó gracias a sus padres que se encargaron de hacer de ella una motivación y ya desde pequeño comenzó a tomar fuerza, justo en el momento en que decidieron poner en las manos del muchacho un tres.

Desde aquel entonces la guitarra y el músico transitan juntos formando un dueto inseparable, de esta manera se apasionó y aprendió lo más sobresaliente de la música de los campos cubanos y del propio«son´´ como género musical, superando las barreras de la propia interpretación lineal para aportar a la música estilos y giros propios, punteaba el son montuno como ninguno en la zona y realizaba composiciones dignas de admirar.

Con un significativo cúmulo de conocimientos musicales incorporados, decide incursionar en el mundo de la música una vez terminada la universidad, este impulso estuvo respaldado por la creación de su primer grupo musical, del cual formó parte por casi 20 años y al que definió líneas de trabajo que evocaban a la defensa de la música popular cubana y otros géneros latinoamericanos, surge así Manguaré, institución musical que lo catapultó hacia la fama y le permitió tomarle el pulso a la música de la Isla y de otros lugares del mundos a través de las disímiles presentaciones en más de 30 escenarios internacionales especialmente de Europa.

Al culminar en Manguaré, con el cual legó a la cultura y al fonograma nacional de decenas de placas sonoras de extensa duración, decide irrumpir en la contagiosa música popular bailable y lo hace cuando integra la nómina de la orquestas del ya reconocido maestro Adalberto Álvarez, al cual el aporte de la sonoridad del tres devino aporte significativo.

Pancho Amat se convirtió en uno de los ineludibles dentro de esta orquesta por la manera en que sus excelentes interpretaciones alimentaban el resultado colectivo durante cada presentación de esta agrupación, que por estos día se imponía como una de las más gustadas sobre todo por bailadores.

Los resultados alcanzados con la orquesta de Adalberto Álvarez le valieron para con gran dedicación y empeño fundar su grupo propio denominado “El Cabildo del Son”, un conjunto con diseño sonero y que logro perpetuarse por la calidad de sus miembros y de su repertorio.

Fue acá donde Pancho se situó como el gran tresero que es hoy en día, gracias a su genialidad que le permitió sumar elementos propios su música y fusionarla con otros estilos como el Jazz y la bachata, logrando resultados sorprendentes y de muy alto gusto estético, que le otorgaron la genialidad de la que goza el público en cada una de sus presentaciones.

Con esta, su propia agrupación no solo ha defendido lo valores más raigales de la cultura y tradición musical cubana sino que ha ganado ovaciones de aplausos por parte de públicos de nacionalidad diferente y geniales críticas por parte de los estudiosos de la música.

Lo mejor de su obra es que no solo se limita a los grupos de los que formo parte sino que también se extiende gracias a su carrera en solitario, que constituyen excelentes clases de Tres.

Muchos han sido los músicos de talla nacional e internacional a los que ha acompañado en escena y micrófono en estudios de grabación dentro de los que destacan , Joaquín Sabina, Oscar D’León, Víctor Jara, entre otros.

Las cualidades excepcionales de su música lo resaltan dentro de los artistas privilegiados del gusto del público sonero de la Isla y le ha permitido crecer como artista conquistando resultados sorprendentes como el Premio Nacional de Música recibido en el año 2010 que honra la labor de toda su vida, un título que guarda con mucho cariño junto a muchos otros.

Y hasta aquí algunos datos referenciales de Pancho Amat, el numero uno del tres cubano.