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Miguelito Cuní y el orgullo de ser pinareño

Pinar del Río aún tiene muchas historias por descubrir. La provincia más occidental le ha entregado a Cuba y el mundo grandes artistas e intelectuales que han puesto muy alto el nombre de la Isla, como Miguelito Cuní.

Miguelito Cuní es referencia para la música cubana e internacional.



Este músico nació el 8 de mayo de 1917 en Pinar del Río, donde se descubrió como cantante y donde comenzó su carrera artística.

Cuentan los investigadores de su vida y obra, que desde muy joven estuvo familiarizado con la vida musical de su provincia.

Y durante los años 1920 y 1930 cantó en sextetos y otros grupos típicos de la música cubana.

Miguelito Cuni. FUENTE: youtube

Ya hacia 1932 integró la agrupación musical “Los Carameleros” y con ella realiza sus primeras presentaciones.

En 1934 comienza a trabajar con la orquesta de Fernando Sánchez y en 1936 con la de Jacobo González Rubalcaba.

No es hasta 1938 que Miguelito decide probar suerte en La Habana.

Tenía poco más de 20 años y su fuerza interior le auguraba un próspero camino.

Pronto alcanzó la fama el pinareño: integró la orquesta “Arcaño y sus maravillas”, donde se revolucionó el género danzoneril; tocó con Arsenio Rodríguez; y compartió escenarios con el pianista y arreglista Luis Martínez Griñan (Lili).

Cuentan los investigadores de su vida y obra, que desde muy joven estuvo familiarizado con la vida musical de su provincia y durante los años 1920 y 1930 cantó en sextetos y otros grupos típicos de la música cubana. FUENTE: pedrazagironi.com

Su trabajo mereció el reconocimiento de muchos, entre ellos, el propio Antonio Arcaño, que dijo sobre Cuní: “Fue un cantante que gustó mucho entre los bailadores, con una voz fuerte de sonero grande, muy inteligente, con exquisita pronunciación y una tesitura de extensión poco común en cantantes de su género”.

Sin embargo, según los especialistas en el tema, la etapa más recordada del quehacer de Miguelito Cuní, comenzó en 1949.

Cuando Arsenio Rodríguez decidió viajar a Nueva York, con el propósito de recuperar su visión y recuperar su carrera artística, dejando el conjunto en manos del trompetista Félix Chapotín.

Desde entonces comenzaría entre Chapotín y Miguelito una entrañable amistad que les permitió consolidar el trabajo y lograr grandes éxitos, entre ellos, “El carbonero” y “Quimbombó que resbala”.

Dicen que en la década del 60 ya Cuní era una de las voces más importantes del son y el bolero.

Miguelito-Cuni. FUENTE: Periódico Guerrillero

Esto se debió, principalmente, a su magistral y emotiva interpretación del bolero “Convergencia”

Muchos celebraban las dotes de este artista, orgullo de Pinar del Río.

Entre esas opiniones y reconocimientos a la obra de Miguelito Cuní, resalta el criterio de Moraima Secada: “Aunque sonero natural, lo mismo cantaba un bolero de esos que estremecen a una, que un son o un guaguancó.

Muy completo como intérprete, y muy afinado, con una cuadratura y un sentido del ritmo bárbaros.

Y si a eso se le une la simpatía de su personalidad, es fácil comprender por qué gustaba”.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Fuente: Archivo TodoCuba

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