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Joseíto Fernández, El Rey de la melodía

Sello identificativo del acervo musical cubano, es sin dudas la Guajira Guantanamera obra cumbre de la creación de José Fernández Díaz, Joseíto Fernández, a quien muy justamente el pueblo denominó El Rey de la Melodía.



Del barrio capitalino de Los Sitios, Joseíto era un verdadero hombre de pueblo. Zapatero, vendedor de periódicos siempre se caracterizó por la honestidad y la humildad, siendo su mayor orgullo caminar por las calles de la Habana y recibir el calor de quienes lo saludaban con mucho cariño y en ocasiones le decían: Ahí va Joseíto, el de la Guantanamera.

Cubano hasta los tuétanos. Joseíto Fernández compuso e interpretó sones, guarachas, guajiras, boleros, entre las que se encuentran «Mi chocita», «Chapear el monte», «En mi jardín» «Elige tú que canto yo», Amor de madre, Demuéstrame tú y Así son, boncó, interpretó también pregones, y se convirtió en una de las figuras más representativas del danzonete.

Aunque cuenta con varias composiciones de mucha valía, sin dudas, la Guajira Guantanamera es la más famosa y quizás la obra cubana más conocida en el mundo. Casi 200 versiones han hecho de ella prestigiosos vocalistas e instrumentistas, entre ellos, Démis Roussos, Paul Mouriat, Richard Clayderman, Libertad Lamarque, José Feliciano y Benny Moré.

El Rey de la Melodía compuso «La Guantanamera» en 1928 y no es hasta una década después que dicho tema cobra cierta celebridad cuando fue incluido como despedida de la orquesta de Alejandro Riveiro en la que cantaba Joseíto Fernández. Mientras la agrupación musical la interpretaba él iba improvisando distintas décimas en cada presentación.

A partir de 1963 la Guantanamera comenzó a adquirir una connotación significativa a nivel internacional tras haber sido cantada, por el trovador norteamericano Pete Seeger en un concierto efectuado en junio en el Carnegie Hall de Nueva York con la inclusión de varios de los Versos Sencillos de José Martí.

Joseíto Fernández sobresalió por su sencillez y por el trato respetuoso hacia todos los que se relacionaban con él. Precisamente acerca de sí patentizó en la última décima que creara antes de fallecer en La Habana, el 11 de octubre de 1979.

“Siempre sencillo, decente
atento con todo el mundo
y aún con dolor profundo
siempre he sido complaciente.
No he tenido un gesto hiriente
ni con un niño siquiera,
porque siempre en mi carrera
he pensado como humano
que el que es cruel y tirano
es preferible que muera”.

Hoy, “La Guantanamera” identifica a Cuba toda. Le ha dado la vuelta al mundo, pero sin dudas nos pertenece, es símbolo de cubanía y de amor eterno a la patria.

Gracias a usted, por ese valioso legado, Joseíto Fernández, El rey de la melodía.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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