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Conoce la mítica manifestación artística afrocubana del Kinfuiti

En el poblado de Quiebra Hacha ubicado a 11 kilómetros del Mariel se venera la imagen de San Antonio de Padua, santo al que se le dedica en sus fiestas patronales, el Kinfuiti.



Se le denomina Kinfuiti a esta particular música y baile que existe únicamente en dicho lugar de Cuba, pero también se le llama así al especial tambor, de caja de madera y membrana de cuero, utilizado en los toques. Precisamente, en este detalle reside lo especial del instrumento de percusión mencionado con anterioridad, ya que al golpearlo durante su toque parece zumbar o roncar a través de la fricción.

Sobre su origen existen diversas opiniones y teorías. Algunos investigadores parten del criterio que es de origen árabe, mientras otros afirman que pertenecen a los congos bamba, del área bantú. Según los estudios realizados por Fernando Ortiz, la voz criolla kinfuiti vino del vocablo “kimfumti”,  lengua hablada por los congos y de acuerdo con este dialecto se trata de un tambor sagrado  utilizado en ceremonias evocadas a los muertos.

El origen de esta tradicional ceremonia se remonta a los tiempos de la colonia, allá por 1796, fecha en que se fundó el poblado. Según cuenta la leyenda, esclavos de origen congo hallaron en el campo del ingenio “Menocal”  una figura de madera negra a la que nombraron Makwenda Yaya o  «mujer que cuida niño»  y comenzaron a adorarla. La creencia se trasladó a esclavos de otros grupos étnicos y la figura sincretizada con San Antonio de Padua,  se convirtió en Patrón del Congo, cuya fecha de celebración es 12 y 13 de junio.

La transmisión del Kinfuiti como manifestación danzaria ha pasado de una a otra generación de modo espontáneo y de forma imitativa, debido a la preocupación del grupo portador de mantener viva sus tradiciones. -afropop.com

Con el paso del tiempo, en Quiebra Hacha se comenzó a realizar esta ceremonia regularmente. Otras actividades más terrenales también demandaban celebraciones, algunas de ellas eran el inicio de la zafra para rogar empleo y la buena salud de todos los trabajadores. Asimismo, se festejaba el final de la misma y el día de acción de gracia. También en tiempo de sequía y otras penurias se  le rociaba agua al santo, y se le tocaba, cantaba y bailaba para que lloviera y así  obtener una  buena cosecha.

La transmisión del Kinfuiti como manifestación danzaria ha pasado de una a otra generación de modo espontáneo y de forma imitativa, debido a la preocupación del grupo portador de mantener viva sus tradiciones.

Por: Alejandra Angulo Alonso

Escrito por | Redacción TodoCuba

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