
Canciller cubano criticó a Bolsonaro, que dice no saber quién preside Cuba
sábado, 19 de diciembre de 2020
La Habana, 19 de diciembre de 2020.- El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó este viernes a Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, después de que este reconociera que no sabe «quién es el presidente de Cuba en este momento». Se refería al mandatario de la isla, Miguel Díaz-Canel, quien ocupa el cargo desde 2018.
El canciller criticó a Bolsonaro: «es lamentable y preocupante»
«Es lamentable y preocupante que un país como Brasil sea conducido por un presidente que utiliza la calumnia, la misoginia, el racismo y la negligencia en sus afirmaciones y discursos». Así lo señaló en su cuenta oficial de Twitter el canciller Rodríguez.
Por el momento Díaz-Canel, a quien su homólogo brasileño se refirió como «dictador», no se ha pronunciado sobre el asunto.
Bolsonaro confesó el jueves, durante su tradicional transmisión semanal en redes sociales, que no sabe «quién es el presidente de Cuba en este momento».
«El dictador de Cuba, no sé quién es», agregó el líder brasileño, quien se declara anticomunista. Bolsonaro cometió el lapsus al enumerar a algunos líderes progresistas de la región. Mencionó a Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia) y Nicolás Maduro (Venezuela). Los incluyó de forma despectiva en un mismo grupo.
La relación bilateral entre Cuba y Brasil atraviesa horas bajas desde la llegada al poder de Bolsonaro, después de años de cercanía durante los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).
Fricciones por colaboración médica
Una de las principales fricciones entre los dos Gobiernos ha tenido como centro la colaboración médica cubana desplegada en Brasil mediante el programa «Más Médicos», que finalizó abruptamente tras ganar las elecciones el ultraderechista brasileño.
Ese programa, articulado triangularmente entre Cuba y Brasil a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), funcionó entre 2013 y finales de 2018.
La Habana retiró entonces a miles de profesionales sanitarios cuando Bolsonaro condicionó la continuidad de la iniciativa a cambios en las condiciones laborales y salariales del personal sanitario cubano. Este recibía solo un porcentaje del salario que Brasil pagaba por ellos al Estado cubano.