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Así fue al multitudinario funeral de Benny Moré, uno de los más grandes que se recuerda en Cuba (+ Video)

A Benny Moré lo lloró Cuba entera. Bartolo, como lo llamaban los lajeros de su querida Santa Isabel, era la máxima expresión del folklor criollo y el más acabado intérprete de los ritmos populares. Por eso las multitudes se encendían cuando el Benny, con su sombrero tejano, sus anchos pantalones y su bastón atacaba una guaracha con su Banda Gigante.



La muerte lo sorprendió el 19 de febrero de 1963 cuando trabajaba en una de sus canciones. Se trataba – según había confesado a un periodista poco antes – de un son montuno dedicado a La Habana, que “iba a ser un tiro”, pero no pudo concluirlo.

Los funerales de Benny Moré fueron apoteósicos, prueba de la inmensa popularidad que disfrutaba. A tantos lugares tuvieron que llevar el féretro, y en otros tantos lo enterraron “simbólicamente”, que con razón algunos expresaron que el Benny no había tenido uno, sino varios entierros.

Cuando el pueblo se enteró de la aciaga noticia se congregó alrededor del Hospital de Emergencias, desde donde acompañó su cadáver hasta el local del Sindicato Nacional De Trabajadores de Artes y Espectáculos, la antigua sede del Casino Español donde fue tendido.

Los músicos Sindo Garay, Julio Hatuey, Fernando Álvarez y Carlos Embale ante el féretro de Benny Moré

Luego se volcó en marejadas siguiendo la carroza fúnebre que conducía sus restos a Santa Isabel de las Lajas hasta mucho más allá de los límites de La Habana. Durante el recorrido por la Carretera Central los vecinos de los pueblos salían al encuentro de la caravana para despedirse del Bárbaro del Ritmo.

La entrada en Las Villas fue a niveles de muchedumbre. En el poblado de Santo Domingo, por ejemplo, hubo que hacerle un entierro simbólico.

Ya en Lajas, el cadáver, literalmente envuelto por las multitudes viajaba de un sitio a otro: del Casino Español al Casino Africano, donde fue despedido con una ceremonia religiosa.

En el Camposanto de Lajas, Benny bajo a la tumba con su sombrero tejano, su bastón y rodeado del cariño de su Santa Isabel de las Lajas querida. En su sepulcro nunca han faltado flores.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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