Cuba emplea energía de las olas para recuperar ecosistemas

viernes, 28 de febrero de 2020

La Habana, 28 de febrero de 2020.- Con un novedoso proyecto de transferencia tecnológica, Cuba busca aprovechar la energía de las olas con el fin de restablecer el ecosistema de las costas. Las primeras pruebas se realizan en Laguna Larga, provincia de Ciego de Ávila, un embalse natural enclavado en una zona de islotes.

Energía de las olas para la recuperación de ecosistemas

El  sistema amplificador de olas favorece el intercambio de agua con el mar, afirma el grupo de científicos de México y Cuba que colaboran en el proyecto. De esta manera se restablecen los indicadores ambientales y se pueden recuperar las lagunas costeras a corto plazo.

Al respecto, Rafael Pérez Carmenate, responsable de la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, informó que tras solo tres meses de operación del sistema, ya se puede verificar la recuperación del ambiente en Laguna Larga.

Un artículo publicado en el periódico Granma explica que el sistema amplifica la energía de las olas para desplazar grandes volúmenes de agua al interior de la laguna. De esta manera se obtienen flujos que van de 0,4 a 1,5 metros cúbicos por segundo.

Además, detalla que la infraestructura está constituida por compuertas, un canal de 240 metros de largo por 3,6 metros de ancho, un puente peatonal y otro para vehículos, paseo y barandas de protección.

Alianza con investigadores mexicanos

La puesta en marcha del proyecto constituye una transferencia tecnológica resultado de la alianza con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto de Ciencias del Mar de ese centro docente.

«El acuatorio, que hasta ahora exponía visibles signos de deterioro muestra la recuperación en la vegetación de las riveras «, indicó el especialista cubano. «A partir de que el tiempo de intercambio natural con el mar disminuyó de 45 días a solo cinco», agregó

Reportes de científicos del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros, de Cayo Coco, refieren que hay un cambio «positivo» en las condiciones bacteriológicas y químicas. Esto permitirá la restauración gradual de la vida silvestre, el renacimiento de los manglares y el establecimiento de la fauna marina en Laguna Larga.

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