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Triscornia, el tristemente celebre «centro de detención» donde los cubanos ponían en cuarentena a los inmigrantes

La historia suele ser cíclica. Ahora los cubanos terminan en centros de detención de inmigrantes cuando persiguen el sueño de una vida mejor; pero, hace poco más de cien años, eran los isleños los que detenían y ponían en cuarentena en Triscornia a los que buscaban una nueva vida en la Isla.



Desde 1900, por ley, todos los que arribaban al puerto de La Habana eran puestos bajo el cuidado de la Comisión de Inmigración. Esta determinaba los que podían desembarcar (casi siempre personas de buena posición económica o con parientes en la ciudad) y al resto los mandaba la muelle de Triscornia, donde los hacían bajar y se les llevaba hasta el Centro de Detención que allí existía, mientras se le encontraba un destino adecuado en la Isla.

También conocido como Tiscornia, el centro de detención se encontraba en la cima de una loma, muy cerca del antiguo baluarte de San Diego, una fortificación colonial de la que sólo quedan en la actualidad sus ruinas.

Según la prensa de la época, Triscornia tenía las mejores condiciones para alojar a los emigrantes. En ellas se les daba ropa, albergue y atención médica en una clínica de dos pisos. Contaba también con varios comedores en los que se servía excelente comida.

Los dormitorios de hombres y mujeres, se encontraban en bloques separados que contaban con servicios sanitarios suficientes para las miles de personas que allí se alojaban.

Sin embargo, esta era la versión oficial. El mundo de Triscornia, como el de cualquier emigrante distaba mucho de ser idílico.

Los allí detenidos se quejaban de que el lugar estaba súper poblado y las condiciones higiénicas eran deplorables, por lo que muchos que entraban sanos enfermaban dentro y eran deportados a su país de origen.

Las asociaciones de españoles en Cuba denunciaban frecuentemente los maltratos a que eran sometidos sus paisanos en el lugar y se organizaban para socorrerlos en lo posible.

Para colmo el ambiente era malo, y reinaba la ley del más fuerte. Muchas chicas jóvenes que llegaban solas, sobre todo de las regiones más pobres de España, salían directamente de Triscornia para los burdeles habaneros.

Nada, que la historia es cíclica.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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