Tomé Rodríguez el pirata cubano que puso a correr a medio mundo

martes, 17 de abril de 2018

Tomé Rodríguez no es el más conocido de los piratas cubanos, pero en la época en que se dedicó a sus correrías puso a correr a medio mundo, ingleses y franceses incluidos,  con sus atrevidas incursiones.

No se conoce nada de su infancia, pero debió transcurrir en los muelles, en contacto con marinos y corsarios, con breves incursiones a los buques surtos en el puerto, entre noticias de asaltos a naves y villas por filibusteros.

En aquel entonces España se encontraba en guerra con Inglaterra y como los británicos tenían su base de operaciones en Jamaica, en la bahía de La Habana se veían los buques de guerra de 60 cañones que salían al mar con el objetivo de abordar los navíos ingleses.

Joven y atrevido, Tomé Rodríguez consiguió una patente de corso y se hizo a la mar al mando de un pequeño buque artillado, con el cual derrotó a varios de los más expertos capitanes ingleses, entre los cuales ganó fama como estratega.

Se cuenta que, en misiones secretas, desembarcaba a sus hombres en las cercanías de Port Royal, donde efectuaban labores de espionaje, que le hacían conocer de antemano los movimientos del enemigo y la salida de los navíos cargados de mercancía con poco escolta.

Lo cierto es que, en menos de un año Tomé Rodríguez logró capturar una decena de barcos ingleses y hundió otros tantos, haciéndose con gran cantidad de mercadería y pertrechos de guerra.

Por desgracia para él en 1762 los ingleses tomaron La Habana y Tomé Rodríguez perdió su base de operaciones. Poco después los españoles decidieron firmar la paz con los británicos y el corsario cubano se vio en la difícil disyuntiva de acogerse a una vida tranquila disfrutando de sus riquezas o convertirse en pirata e izando la bandera negra hacer la guerra a todas las naciones incluyendo España.

Optó por esta última opción y unió su nombre al de otros muchos que llenaron de historias aventureras los mares del Mar Caribe.