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Thomas Jordan, el general americano que intentó convertir a los mambises en un ejército moderno

Uno de los oficiales que más esfuerzos realizó por tratar de organizar a las guerrillas mambisas y dotarlas de disciplina para que pudieran operar como un ejército moderno fue el mayor general Thomas Jordan, quien ejerció el mando supremo del Ejército Libertador cubano entre 1869 y 1870.



Thomas Jordan era un militar de carrera con muchísima experiencia. Graduado de la Academia Militar de West Point, había combatido a los indios seminolas en la Florida, participado en la Guerra de Estados Unidos contra México y por último había alcanzado el grado de general de brigada durante la Guerra de Secesión peleando del lado de los confederados. De ahí que cuando ofreció sus servicios a los emigrados cubanos para pelear contra España, estos lo acogieran con entusiasmo.

El 11 de mayo de 1869 llegó a Cuba al mando de la expedición del vapor Perrit, una de las más grandes de toda la guerra, y casi de inmediato el presidente Carlos Manuel de Céspedes lo nombró mayor general y jefe de Operaciones del Departamento de Oriente.

Preocupado por la escasa preparación de los oficiales cubanos, provenientes casi todos de las clases acomodadas, de extensa cultura, pero muy poco conocedores del arte de la guerra fundó una escuela en El Cobre para impartirles clases de táctica y estrategia.

Tras la sustitución del mayor general Manuel de Quesada como general en jefe del Ejército Libertador asumió este cargo el 19 de diciembre de 1869.

Desde esa alta responsabilidad intentó que los cubanos se convirtieran en una fuerza organizada para que pudieran operar como un ejército regular. Para eso dictó disposiciones contrarias al regionalismo y el acompañamiento de las familias durante las operaciones militares. Su plan era que los cubanos ganaran en movilidad para poder atacar a los españoles en cualquier lugar del territorio en armas.

Desafortunadamente sus disposiciones fueron rechazadas por los jefes y soldados cubanos que preferían combatir sólo en su territorio y no alejarse de sus familias, con las que hacían vida de campamento.

Enfrentado con los principales jefes cubanos de Oriente y Camagüey, el 6 de febrero de 1870 presentó su renuncia irrevocable al cargo de general en jefe del Ejército Libertador. A los pocos días abandonó Cuba con rumbo a su país, desde donde continuó apoyando la causa independentista durante toda la guerra.

Con problemas semejantes a los que tuvo que enfrentar Jordan se encontraría años después el mayor general Máximo Gómez, cuando intentara llevar la guerra al Occidente de la Isla. Nada, que a los mambises en esos primeros años no les iba bien la disciplina y menos si esta era “importada”.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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