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Coreanos en Cuba_02

¿Sabías que pronto se cumplirán cien años de la llegada de los primeros coreanos a Cuba?

A finales del siglo XIX y principios del XX la península de Corea se había convertido en un campo de batalla en el que se enfrentaban China, Rusia y Japón. La vida de los coreanos era un infierno de hambre y miseria. Por esa razón miles de ellos decidieron probar suerte muy lejos de su patria y, aunque parezca increíble, varios cientos terminaron por recalar en Cuba.

El 5 de abril de 1905 unos mil coreanos arribaron en condiciones infrahumanas al puerto mexicano de Salinas Cruz. Venían sin contrato para trabajar casi como esclavos en las haciendas henequeneras de Yucatán.



Seis años después desde esta península mexicana 300 de ellos se desplazaron hasta Cuba a bordo del vapor mexicano Taumalipas y el 25 de marzo de 1921 desembarcaron en el puerto de Manatí, Oriente.

Era la época de las vacas gordas en Cuba. El precio del azúcar estaba por las nubes y el trabajo abundaba en los campos. Pero la fatalidad perseguía a estos pobres inmigrantes coreanos, pues apenas llegados a la Isla el precio del dulce se derrumbó en el mercado mundial por lo que tuvieron que deambular precariamente para buscarse la vida.

Se instalaron en las cercanías del batey del central Manatí, pero el corte de caña era un trabajo incluso más fuerte y agotador que el que hasta entonces habían realizado en México en las haciendas henequeneras, por lo que la mayoría decidió abandonar el oriente de la República y desplazarse al oeste en busca de mejores oportunidades.

Así que, tras casi un años de andar por el oriente de Cuba, casi todos llegaron hasta las cercanías de Cárdenas en Matanzas, donde, por referencias, sabían podían encontrar trabajo en  las haciendas henequeneras.

Precisamente, en Cárdenas, es donde se encuentra la mayor parte de los descendientes de coreanos en Cuba. En la actualidad suman unos 640 distribuidos entre Matanzas y La Habana; pero ninguno nacido en Corea, aunque sí algunos, muy ancianos, de los que nacieron en México y llegaron muy niños en compañía de sus padres.

Por casi 30 años se ignoró la presencia de coreanos en Cuba (para los cubanos todos los asiáticos eran chinos o narras); hasta que, en julio de 1950, en medio del alborozo sobre la Guerra de Corea, la revista Bohemia publicó un reportaje sobre su presencia en la Isla.

En el puerto de Manatí, por donde desembarcaron hace casi cien años existe todavía un barrio que se llama Corea. Allí se levanta un obelisco cuya tarja dice:

“Por este puerto de Manatí llegaron a Cuba 300 inmigrantes coreanos procedentes de México, el 25 de marzo de 1921, en el vapor Tamaulipas. Sus descendientes, integrados a la sociedad cubana, viven hoy en distintas provincias del país con el recuerdo imperecedero de sus raíces ancestrales”.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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