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¿Sabías que María Luisa Gómez-Mena, condesa de Revilla de Camargo, dejó oculta una fortuna en arte al huir de Cuba después de 1959?

María Luisa Gómez – Mena y Villa, condesa de Revilla de Camargo era una de las mujeres más ricas de Cuba cuando triunfó la revolución de 1959. Aunque sólo pasaba en la Isla los cuatro meses de invierno porque el resto del año se lo pasaba entre la Riviera francesa, París y New York en su soberbio palacete de 17 y E en el Vedado se celebraron siempre las más fastuosas de las veladas a las que asistían siempre los más poderosos políticos y empresarios de la Isla y hasta nobles extranjeros como los reyes de Bélgica y los Duques de Windsor.

Cuando el terremoto político de 1959 sacudió toda la Isla la condesa de Revilla de Camargo creyó como tantos otros que se trataba de un evento pasajero y apoyo el proceso; pero al percibir que se trataba de un cambio radical abandonó el país para nunca regresar.



Por supuesto que el Gobierno de Cuba “intervino” su casa y se adueño de ella. Años después decidiría convertirla en un museo, por lo que se realizaron grandes reformas en el inmueble. Y fue entonces, el 24 de julio de 1964, cuando al derribar una falsa pared del sótano salió a la luz una fortuna en obras de arte que María Luisa Gómez-Mena, había ordenado ocultar antes de abandonar el país.

Curiosamente casi 40 años después de este hallazgo, en 2013,  en el Palacete, ahora Museo de Artes Decorativas, se descubrieron otros cinco valiosos lienzos del siglo XVIII del romanticismo francés que habían permanecido hábilmente enmascarados detrás de cinco inmensos paños de terciopelo dorado que se habían deteriorado con el paso del tiempo.

Estos cuadros se encontraban en perfecto estado de conservación y antes de su hallazgo se consideraban perdidos. Hoy se pueden contemplar en el Museo de Artes Decorativas junto a otras joyas del arte universal que se exhiben en la institución.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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