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¿Sabías que la esposa de Fulgencio Batista tras huir de Cuba en 1959 figuró en la lista de las mujeres más ricas del mundo?

Marta Fernández Miranda, la hija de los emigrantes Ramiro Fernández Ledo, de San Fiz de Asma (Chantada), y de Emelina Miranda Casais, de Ribadeo, es una prueba de ello. Un día de primavera de 1943, paseaba con su bicicleta por el barrio habanero de Marianao cuando un lujoso coche, que circulaba a toda velocidad, la arrolló. Era el automóvil del Presidente de la República, Fulgencio Batista, -constitucional entre 1940-1944 y de facto entre 1952-1959- que se detuvo y la auxilió.



Batista, que estaba casado con Elisa Godínez desde 1926 y tenía tres hijos, se hizo cargo de los gastos de su tratamiento y hospitalización, la visitó en la clínica y se interesó a diario por la evolución de sus heridas. Marta tenía entonces 22 años -la mitad de los de él- y era una muchacha hermosa, esbelta y morena, y con unos profundos ojos verdes de los que el antiguo sargento no logró nunca apartar su mirada. Y el 28 de noviembre de 1945 se casó con ella.

Cómplice y colaboradora

El azar le cambió la vida a Marta. No sólo porque influyó mucho en su marido -un hombre rudo, elemental, de un extracto social bajo- sino porque también actuó como cómplice y colaboradora. Fue mecenas de las artes cubanas, decisiva para construir la Galería Nacional y sólido apoyo de sus políticas desde la dirección de la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles (ONDI) y la de Rehabilitación de Inválidos (ORDI) que construyeron hospitales por el país. Y participó en varias del centenar de empresas que poseía el dictador cubano.

Según Guillermo Jiménez, autor de una enciclopedia económica de Cuba, Marta fue propietaria del Banco de Fomento Comercial al 50% con el testaferro de Batista, Pérez Benitoa. Controlaba, con López Vilaboy, el 80% del Banco Hispano Cubano. Y era la mayor accionista de Agrícola Defensa, una azucarera de Las Villas que empleaba a 2.835 personas, tenía 10 caballerías de tierras propias y molía 18 millones de arrobas de caña al año…

En la Nochevieja de 1958, el régimen  de Batista cedió al empuje de unos rebeldes y justicieros castristas. Y en los tres aeroplanos en que huyeron de Cuba aquella noche Batista y Marta, con 50 familiares y amigos, llevaron consigo 300 millones de dólares y obras de arte valoradas en 700.

Cuatro años después, en el Guiness World of Records de 1962 -aún no había Lista Forbes- Marta Fernández Miranda figuraba como una de las mujeres más ricas del mundo….

Escrito por | Redacción TodoCuba

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