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¿Sabías que en la península de Guanahacabibes en Pinar del Río puede hallarse escondido uno de los tesoros españoles perdidos más grandes de América?

Muchos historiadores y cazadores de tesoros están convencidos de que en la península de Guanahacabibes en el extremo más occidental de la provincia cubana de Pinar del Río se encuentra enterrado el más fabuloso de los tesoros españoles perdidos por los españoles en América.

Se trata del llamado “Tesoro de Mérida” que varios buques transportaban desde ese puerto mexicano para ser resguardado en La Habana antes de continuar con rumbo a España. Decenas de cofres repletos de alhajas y piedras preciosas junto con un cargamento enorme de oro y plata extraído de las ricas minas del continente conformaban el tesoro.



Cuenta la leyenda que en alta mar la flota española fue asolada por el mal tiempo y luego se vio perseguida por los corsarios que estaban al tanto de sus movimientos, por lo que decidieron poner rumbo a Guanahacabibes y resguardar la carga en tierra cubana. Ya en tierra enterraron el fabuloso tesoro y se adentraron en la ínsula.

Sin embargo, sólo uno de los marinos pudo llegar con vida a Guane, donde comunicó las coordenadas del lugar donde había quedado enterrado el tesoro de Mérida y luego murió de fatiga.

Desde entonces son muchos los que han llenado de huecos todas las playas de la península pinareña en busca del tesoro, pero nadie ha tenido la suerte de encontrarlo.

Hoy, que la ciencia está mucho más avanzada, algunos confían en poder hallar el tesoro de Mérida con ayuda de la tecnología. Así muchos lugareños se sumergen en la apartada geografía con detectores de metales y exploran las playas palmo a palmo en espera de hallar la fortuna.

Esfuerzo vano que se ha salvado con el hallazgo de viejas piezas de artillería, aparejos metálicos de los naufragios, machetes y fusiles de la guerra de independencia de Cuba, pero nada de oro ni de plata.

Quizás porque en realidad el tesoro de Mérida nunca llegó a tierra cubana y se encuentra en el fondo del mar… quizás, simplemente, porque todavía nadie ha tenido suerte.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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